Detenido el hombre que extorsionaba a Sabatini
Un hombre solitario de 39 años, llamado Marcos Livio Sotullo, resultó ser el comando paramilitar, que intentó la extorsión de la tenista Gabriela Sabatini, que abandonó el país el pasado domingo tras recibir dos cartas en las que se le advertía que debía pagar 250.000 dólares "para que no le pase nada" durante sus vacaciones en la ciudad balnearia de Mar del Playa, a orillas del océano Atlántico, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Las amenazas, firmadas por el supuesto comando, fueron consideradas "muy serias" por el juez federal Pedro Hooft. Tras recibir el segundo sobre, la familia Sabatini decidió suspender las vacaciones alquiló un avión y desde el Mar del Plata se trasladó al aeropuerto internacional de Ezeiza, en Buenos Aires, donde embarcaron en el vuelo nocturno a Miami. El lunes, la tenista Gabriela Satabini, de 18 años, una de las cinco mejores jugadoras del mundo, estaba instalada ya en la casa de la familia en Cayo Vizcaíno, cerca de Miami.El miércoles por la noche la policía confirmó que había detenido al presunto culpable de la extorsión. El hilo de la investigación se siguió a través de las direcciones que las cartas mencionaban como lugares próximos a donde se debía depositar el dinero exigido. Una de ellas no existía en Mar del Plata, pero la corrección de los números en la segunda carta llevó a la policía hasta el domicilio de la calle de Carlos María de Alvear, número 3.072, de Mar del Plata, un edificio de dos plantas con cuatro apartamentos en cada una de ellas. Allí se tomó la muestra caligráfica de todos los ocupantes, y se detuvo por fin al tal Sotullo, quien reside en Buenos Aires.
La policía asegura que "el caso está resuelto", pero no confirmó sí sí Sotullo era el único responsable. En la segunda carta, escrita a máquina, se detallaban las transferencias de dinero que la familia Sabatini había lecho entre Buenos Aires y el Mar del Plata y otros datos que sólo eran conocidos por el círculo íntimo de la tenista. No se conoce aún la vinculación entre el presunto culpable y los Sabatini, ni el método empleado para obtener esa información.
Desde Miami, donde piensa permanecer hasta la primera semana de marzo, Gabriela Sabatini declaró ayer que "a partir de ahora" se sentía tranquila.
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