Tres ejemplos de buen trabajo
Los tres galardonados del presente año con los premios nacionales de diseño coinciden perfectamente con los parámetros del jurado a la hora de otorgar estas distinciones que son las más preciadas del sector del diseño.Cuando la empresa B. D. Ediciones de Diseño se estableció en un pequeño local de la Vía Augusta de Barcelona, en 1972, se trataba de un establecimiento tan pionero que mucha gente no sabía ni siquiera lo que vendían, aunque ellos lo tenían clarísimo: muebles de autor hechos en serie, pero con rigor. "Muebles con padre y madre", como dice Lluísa Segarra, actual adjunta a la dirección de B. D., quien añade que "estamos muy contentos con el premio y creemos que reconoce el carácter pionero de nuestra empresa en el campo del diseño". En 1979, B. D. trasladó su local a un edificio histórico de Barcelona, la Casa Thomas, construida por el arquitecto modernista Domènech i Montaner en la calle Mallorca. "Fue un cambio importante", cuenta Segarra, "porque dio un marco muy adecuado a nuestra imagen, que siempre había estado a caballo entre la empresa, la tienda de muebles y el espacio de exposiciones". Lluísa Segarra señala que "hemos dado a conocer muchos diseñadores que luego se han hecho famosos, como Mariscal, de quien hicimos la primera exposición y, sobre todo, hemos tratado de dar a nuestro trabajo un aire profesional, más que comercial". Actualmente, B. D. tiene sucursales en Madrid, Mallorca, Sevilla, Bilbao, Canarias, Valencia y Zaragoza. Sus objetos más difundidos son el carrito de televisión diseñado por Óscar Tusquets y Lluís Clotet y el taburete Duplex de Mariscal.
Alberto Corazón, nacido en Madrid en 1942, es uno de los más famosos y prolíficos diseñadores gráficos españoles. Ha sido profesor de Antropología en Osaka (Japón) y comenzó a trabajar como diseñador para su propia editorial, Ciencia Nueva. Sus creaciones se han expuesto en Madrid, Barcelona, Milán, París, Francfort y Berlín. Posee los premios del Arts Director Club de Nueva York (por su cartel Cien años de soledad), de la British Design and Arts Direction de Londres (por sus carpetas de discos) y el LAUS de ADG-FAD de Barcelona por sus estudios de señalización.
El diseñador sevillano Santiago Miranda, residente en Milán desde 1971, declaró a este díario: "Me gustaría pensar que el premio se me concede como reconocimiento de 10 años de trabajo en el campo del diseño industrial con fuerte contenido tecnlógico". Miranda, que en 1975 estableció Milán su propia empresa con el británico Perry King, siente como "peligro" una excesiva "estandarización del gusto". "Nuestros diseños intentan mantener siempre una matriz cultural española e inglesa, aunque se desarrollen en Italia".
Miranda define su trabajo como "bastante interdisciplinario". Ha realizado desde diseños de motosierras y otras herramientas hasta lámparas y muebles, tanto de oficina como domésticos. Sus últimas creaciones de mobiliario en mármol se presentan en Milán el próximo 1 de marzo.
Babelia
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