Hacienda investigará las pólizas de prima única tanto en las aseguradoras como en su banco o caja matriz
La comprobación de las listas de suscriptores de pólizas de seguro con prima única que irán entregando las compañías aseguradoras alcanzará no sólo a éstas, sino también a sus bancos o cajas de ahorro matrices, ante la eventualidad de que las relaciones de clientes y los volúmenes declarados no respondan totalmente a la realidad. Las posibles consecuencias civiles o penales para estas compañías deberán resolverse ante los tribunales si se demuestra por parte de los clientes afectados que existió una colaboración al fraude en un delito fiscal.
El secretario general de Hacienda, Jaime Gaiteiro, afirmó ayer que "vamos a llegar hasta el final en este asunto". Hacienda ha comprobado que la mayor parte del negocio de las pólizas de seguro con prima única fue realizado por compañías aseguradoras ligadas a los grandes bancos y a las principales cajas de ahorro. Por ello, y ante la posibilidad de que las listas entregadas por estas compañías no se correspondan con la realidad, se van a investigar los balances de las filiales y de las matrices, de forma que las cifras acaben cuadrando.Gaiteiro informó, sin embargo, que la mayor parte de las listas entregadas por las cinco compañías que lo han hecho hasta ahora "son correctas para las pólizas importantes, aunque se han enviado a la dirección general de Seguros para su comprobación".
El secretario general explicó que el fenómeno de las primas únicas apareció a principios de 1986 una vez cumplido el plazo para que todos los activos financieros se blanquearan, de forma que los únicos que quedaran en el mercado con opacidad fiscal fueran aquellos destinados a financiar el déficit público, fundamentalmente los pagarés del Tesoro.
En aquel momento, las entidades financieras se buscaron una salida a través de las nuevas pólizas con el fin de que un activo con opacidad fiscal, como eran entonces, por ejemplo, los pagarés bancarios, no se fueran a pagarés del Tesoro. Ya que directamente no podían hacerlo, los bancos deciden, según la versión de Hacienda, trasladar a sus compañías aseguradoras filiales la oferta de este nuevo producto llamado póliza de seguro con prima única. Según Hacienda, este producto financiero se oferta bajo la forma de una especie de seguro de vida, según la cual el cliente entrega a la compañía una cantidad de dinero a un plazo que oscila entre uno y seis años, y éste se hace efectivo también en caso de fallecimiento. Como los seguros carecen de retención y no se piensa entonces que exista obligación de informar sobre los clientes, las compañías lo utilizan como una forma de atraer dinero negro.
Rentabilidad compartida
La rentabilidad de estos activos, según Hacienda, se ha situado entre un 7% y un 9% para pólizas superiores a 50 millones de pesetas. En los años 1986 y 1987, la rentabilidad de activos blancos era bastante superior a la de las pólizas de prima única, lo que, según Hacienda, es síntoma de que "se produjo un reparto de rentabilidades entre el tenedor del dinero y la compañía aseguradora". Gaitiero señaló que "se trata de una espectacular bolsa de fraude fiscal con interés por ambas partes".
El retraso en aproximadamente dos años hasta que se decide actuar públicamente se explica, según Gaiterio, porque no era posible detectar el fraude hasta que no se tuvieran procesadas las declaraciones de renta y patrimonio correspondientes al ejercicio de 1986. Éstas se presentan en junio del año siguiente, y los datos no están completos en el ordenador hasta finales del año 1987.
Sobre la posibilidad de que las responsabilidades de esta práctica fraudulenta alcancen no sólo a los titulares de las pólizas, sino también a las compañías aseguradoras si se demuestra que utilizaron el reclamo comercial de la opacidad fiscal y de que no iban a tener que dar información a Hacienda, Gaiteiro dijo: "No sé si ha habido engaño, pero en todo caso tendrán que resolverlo los tribunales".
El proceso ante los tribunales ya está en marcha en cuanto a la negativa de facilitar información, pero otro asunto son las posibles reclamaciones de los titulares de estas pólizas en el caso de que se demuestre que ha habido engaño por parte de las compañías de seguros. Gaiteiro, al respecto, dijo: "Ya veremos cómo acaba la fiesta", referido a que en los casos en que se llegue a procesos por delito fiscal "habrá que depurar responsabilidades, lo que corresponderá al juez encargado del proceso".
Sector inmobiliario
Hacienda ha detectado, por otra parte, una primera fuga del dinero negro invertido en primas únicas hac¡a pagarés del Tesoro, en una cantidad que a principios de este año se cifró en 200.000 millones de pesetas. Ahora se está investigando si ese dinero ha ido a parar al sector inmobiliario, otra bolsa de fraude fiscal que se ha generado en España durante los últimos años.
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