Muere Guy Laroche, precursor del 'prêt-à-porter'
El modisto Guy Laroche, uno de los precursores del prêt-à-porter, falleció en la noche del jueves al viernes en París a causa de un cáncer de hígado. Con su muerte, a las 66 años de edad, desaparece uno de los grandes nombres de la alta costura parisiense y mundial, y también uno de los más modestos, que había aportado, desde su primera colección, presentada en 1957, un aire de renovación y de juventud en los colores, las formas y los tejidos.Los empleados de Laroche en su sede de la avenida Montaigne, de París, centro de la alta costura, destacaban ayer sus virtudes de "modisto-compañero" y de amigo fiel más que patrón. La actriz Michelle Morgan, una de las mujeres vestidas por Laroche, coincidía en resaltar su "talento" y su cáracter "amable y encantador".
Desde su debú en 1957, con la presentación de 60 modelos en un pequeño apartamento de París, en los que destacaban los colores naranja y salmón, la ropa corta, los abrigos plisados y los vestidos de noche perlados, su marca se extendió por todo el mundo hasta la apertura de 50 tiendas, 20 de ellas en Estados Unidos. Su producción se había diversificado, asimismo, desde el mundo de la moda femenina y masculina a los perfumes y productos de aseo, la lencería italiana o la vajilla japonesa. En 1977, la Société Guy Laroche, que pertenecía al grupo Bic desde principios de la década, alcanzó una facturación de 157 millones de francos, de los que sólo algo más de tres millones pertenecían a la alta costura. El barón Bich, inventor del famoso bolígrafo Bic, respaldó sus creaciones de moda, mientras que la empresa L'Oreal lo hacía con sus perfumes.
Hijo de un hotelero de La Rochelle, Guy Laroche era un amante del mar y del sol, cuya luz reflejaba en sus creaciones. Había recibido en dos ocasiones el Premio Dé d'Or, la más importante distinción en la alta costura. El prirnero le fue otorgado en julio de 1985, y el segundo, el pasado mes (le enero, por su colección-testamento, la de primavera-ve-rano de 1989, calificada como su creación más bella. Al recibir el premio de manos del alcalde de París, Jacques Chirac, uno de sus clientes, Laroche, ya muy enfermo, sólo pudo decir "gracias" y, excusarse por su fatiga. Para su última colección había diseñado largos vestidos tubo o drapeados en las caderas y otros con profundos escotes en la espalda sobre volantes en forma de pétalos, siempre en sus tradicionales colores naranja, rosa, violeta o amarillo.
Laroche definía la elegancia como "refinamiento y discreción" y entre sus clientas famosas se contaban la propia esposa de Chirac, Claude Pompidou -viuda del ex presidente francés-, la princesa Soraya, la escritora Frangoise Sagan y las actrices Melina Mercouri, Michefle Morgan y Mireille Darc. Para esta última, su clienta-fetiche, Laroche creó en los años setenta el vestido de noche más osado hasta entonces, un tubo negro escotado en la espalda hasta más abajo de los riñones y adornado con una rosa roja.
Su ropa deportiva tuvo un gran éxito y ha sido llevada, entre otros, por los tenistas Illíe Nastase y Bjorn Borg y por el ciclista Bernard Hinault.
Babelia
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