El Reino Unido advierte a Irán que no acepta las amenazas contra Rushdie

El Gobierno británico bajó ayer por fin a la arena política e hizo saber al iraní que no admite amenazas de muerte contra sus ciudadanos como las proferidas contra el novelista Salman Rushdie. El escritor, por cuyo asesinato se han ofrecido tres millones de dólares, sigue oculto, y un grupo que se dijo iraní amenazó ayer con hacer estallar un avión de las compañías británicas que vuelan a la India si Rushdie no abandona su escondite.

"Reconocemos que musulmanes y otras personas pueden discrepar fuertemente del contenido del libro de Rushdie", dijo el secretario del Foreign Office, Geoffrey Howe. "Pero nadie tiene derecho a instar a la violencia contra personas en suelo británico o contra ciudadanos británicos. Las manifestaciones del ayatolá Jomeini son inaceptables".Este criterio le fue comunicado ayer en Londres al encargado de negocios de la Embajada iraní y su homólogo británico en Teherán hizo lo propio ante el Gobierno iraní. El desarrollo de esta crisis pone abrupto fin al incipiente deshielo de las relaciones diplomáticas entre Teherán y Londres, que no mantienen embajadores en la otra capital desde 1980. El pasado mes de noviembre ambos Gobiernos acercaron posiciones y Londres veía con cauto optimismo la futura evolución del contencioso, que, aparte de Rushdie, pilla en medio a cuatro ciudadanos británicos (uno en Teherán, acusado de espionaje, y tres secuestrados en Líbano) y dificulta la ansiada participación británica en la reconstrucción de Irán, tras ocho años de guerra.

Las reacciones en toda Europa no se han hecho esperar. El ministro holandés de Asuntos Exteriores, Hans van den Brock, ha anunciado su intención de anular un próximo viaje a Teherán y el pleno del Parlamento Europeo se declaró ayer en una resolución "horrorizado" por el llamamiento de Jomeini y pidió que, si se cumple la orden de matar a Rushdie, los doce "tomen graves sanciones contra los intereses iraníes", informa Ignacio Cembrero. El secretario de Estado norteamericano, James Baker, y el primer ministro francés, Michel Rocard, entre otros, manifestaron su total rechazo a la amenaza iraní, informa Reuter.

[En España -tras la decisión de las editoriales Presse de la Cité, francesa, y Kiepenheuer und Witsch, de Alemania Occidental, de suspender la publicación del libro- la editorial Seix Barral, propietaria de los derechos de la novela en España, señaló a través de un portavoz que considera conveniente no dar ninguna información al respecto. La editorial italiana Mondadori, por su parte, anunció ayer que el libro saldrá a la venta la próxima semana en Italia].