Reparos de tres partidos de la CE al manifiesto electoral socialista

Los socialistas de la Comunidad Europea no lograron aprobar por unanimidad un manifiesto electoral con el que concurrirán a las elecciones al Parlamento Europeo el próximo mes de junio. Tres partidos, el británico, el luxemburgués y el danés, formularon reservas parciales o globales al texto elaborado por el socialista español y vicepresidente del Parlamento Europeo, Enrique Barón.Las 14 formaciones que integran la Unión de Partidos Socialistas y Socialdemócratas de la Comunidad Europea (UPSSCE), entre las que figura por primera vez el PASOK griego, se reunieron ayer en Bruselas bajo la presidencia del líder socialista belga, Guy Spitaels, y con la participación del secretario de organización del PSOE, José María Benegas. Estaban, en cambio, ausentes el vicepresidente español, Alfonso Guerra, y Fernando Morán, que, muy a pesar suyo, encabezará la lista de candidatos a eurodiputados del PSOE.

A lo largo de sus 23 páginas, el manifiesto (véase EL PAÍS del 8 de febrero), en el que deberán inspirarse los programas electorales socialistas, preconiza la participación de los trabajadores en las empresas, la solidaridad social y económica y la protección del medio ambiente, pero también se pronuncia a favor de armonizar la fiscalidad indirecta, gravar las rentas del capital y reforzar los poderes del Parlamento Europeo.

La homogeneización fiscal implicaría, en el caso del Reino Unido, suprimir el tipo cero del impuesto sobre el valor añadido (IVA) con el que se gravan actualmente los alimentos y la ropa para niños, y el líder laborista británico, Neil Kinnock, se opone a ello, como también se manifestó en contra del incremento de poderes para el Parlamento de Estrasburgo, por considerar que se haría en detrimento de la Cámara de los Comunes de su país, que sigue muy de cerca de los asuntos de la CE.

A esta doble reserva británica se añade la del vicepresidente del Gobierno luxemburgués, Jacques Poos, que se declaró en contra de la tasación de los intereses producidos por el capital. "Sería aberrante", afirmó, "que el inicio de la libre circulación de capitales coincida con la instauración de una nueva tasa fiscal". "La necesidad de algunos proyectos de armonización no está demostrada".

Demasiado federalista

La tercera y última reserva presentada al manifiesto es global, y fue formulada por el dirigente socialdemócrata danés Ove Fich, que consideró el manifiesto excesivamente federalista, al tiempo que expresó también su preocupación por los proyectos de armonización fiscal, que en su país supondrían una baja de la presión fiscal y, en consecuencia, un relativo desmantelamiento del Estado providencia.

En respuesta a la pregunta de un periodista que se extrañaba de que entre los partidos socialistas se reprodujesen las mismas divergencias que entre Estados miembros de la Comunidad Europea, el líder socialdemócrata alemán occidental, Hans-Jochen Vogel, se esforzó por restarle importancia, resaltando que "el grado de consenso alcanzado era mucho mayor que en 1984", cuando tuvieron lugar las anteriores elecciones europeas. El belga Spitaels subrayó el creciente acuerdo sobre la unión monetaria.

A Benegas le parecieron "lógicas las diferencias de criterio que se han manifestado", y que no obstan para que los socialistas sean "la fuerza más homogénea", y justamente por eso, el manifiesto "nos debe conducir al liderazgo socialista de la construcción europea". "Si para ello es necesario revisar a fondo viejos postulados que hemos tenido por inamovibles, debemos hacerlo sin miedo". Con o sin revisión, el secretario de organización dio por .seguro que vamos a ganar, y con amplia mayoría sobre el segundo partido".