_
_
_
_

Cuatro muertos por una explosión en una fábrica de aceites en Mora de Toledo

El gerente y tres empleados de la fábrica de aceites Mora Industrial, SA, sita en la localidad de Mona de Toledo, resultaron muertos en la mañana de ayer como consecuencia de una explosión. El siniestro, ocurrido en unos depósitos de aceite de orujo, se produjo durante una operación de trasiego y se supone que estuvo originado por unos residuos de hexano líquido, un gas altamente inflamable, que se activó por alguna chispa.

Las víctimas del grave siniestro fueron Juan Bautista Merchán de Gracia, de 67 años, gerente de la factoría; José Fernando García Crespo, de 25 años, su cuñado Ángel López Conejo, de 31 años, y Nicomedes Villarrubia Martín, de 54 años, conocido entre sus vecinos del pueblo como El Pollo.Felipa Castro Moreno, domiciliada en la calle Ajofril, declaró que a las once de la mañana escuchó una fortísima detonación y a continuación vio frente a su casa cómo una densa columna de humo y fuego se elevaba hasta unos 20 o 25 metros de altura. "Retumbaron los cristales", recuerda Felipa Castro, "y al asomarme a la calle vi a algunos trabajadores de la fábrica que salían corriendo y gritando: 'Faltan cuatro, faltan cuatro".

El accidente tuvo como escenario una nave en la que hay cuatro depósitos subterráneos, de cinco metros de profundidad, donde se almacena el aceite extraído del orujo de las olivas. Este aceite se obtiene mediante un proceso en el que se utiliza gas hexano.

Ningún responsable de la factoría ni el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono, quisieron aventurar hipótesis sobre el origen del siniestro. No obstante, algunos vecinos que conocen el funcionamiento de la empresa sospechan que el accidente pudo deberse a un agente externo que hizo inflamarse residuos del volátil disolvente hexano. Otros creen que el gerente, Juan Bautista Merchán, se hallaba en ese lugar debido a que había sido advertido de alguna anomalía en la bomba extractora.

La deflagración hizo caer a dos de las víctimas al interior de los depósitos subterráneos, que en ese momento estaban casi llenos de aceite. Los otros dos compañeros murieron en el acto a causa de las quemaduras.

El presidente José Bono, que se trasladó a las seis de la tarde de ayer a Mora para interesarse por la catástrofe y dar el pésame a los familiares de las víctimas, declaró a este periódico que "las primeras investigaciones descartan la posibilidad de que la explosión fuese provocada por una cuestión eléctrica". Añadió que "todos los fusibles de la factoría, incluso los tradicionales de plomo, estaban intactos, por lo que inicialmente se descarta un fallo eléctrico".

Temor en la población

Los 10.000 habitantes de Mora estaban ayer "sobrecogidos", según dijo el alcalde de la localidad, el socialista Leocadio Martín Núñez, quien acompañó al presidente Bono durante su inspección al lugar del accidente."Es la primera vez que ocurre algo así", dijo el alcalde. En el pueblo hay seis empresas aceiteras, pero sólo la de Mora Industrial, SA, es la que refina el líquido extraído del orujo.

Martín Núñez comentó que esta fábrica se halla en el casco urbano porque fue creada antes de la guerra civil. "Si ahora hubiese que hacerla nueva", añadió, "es seguro que no se construiría en el mismo sitio".

Los vecinos han comentado que venían quejándose desde hace años de los malos olores y los gases que se desprendían durante el proceso de elaboración del aceite, así como por los ruidos causados por la maquinaria empleada en la factoría. Los vecinos del barrio del Recodo se sentían atemorizados e inseguros ante la posibilidad de que ocurriera algún accidente.

Dos de las víctimas eran cuñados entre sí, por estar casados con dos hermanas. Se trata de José Fernando García, cuya esposa está a punto de dar a luz a su primer hijo, y Ángel López Conejo, padre de dos niños llamados Angel y Jesús, uno de los cuales celebraba precisamente ayer su cumpleaños.

Los cadáveres de las víctimas fueron trasladados ayer a sus respectivos domicilios en féretros precintados por orden del juez de instrucción.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_