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Ecologistas europeos quisieron comprar el burro del 'Pero-palo'

La fiesta del Pero-palo de Villanueva de la Vera (Cáceres) se celebró ayer en un ambiente de nervios y expectación, con la presencia de cámaras de televisión, fotógrafos y representantes de asociaciones protectoras de animales de Inglaterra e Italia, que intentaron, sin suerte, comprar el polémico burro de las elecciones.El ambiente comenzó a caldearse el lunes, cuando jóvenes pero-paleros tuvieron conocimiento de la llegada de la ecologista inglesa Elisabeth Svendse, en cuya furgoneta traía una reproducción en cartón del burro que intentaba cambiar por el auténtico animal.

La corrida de las elecciones es la única parte del festejo en que interviene el burro que, portando a un jinete llamativamente vestido y pintado, da a conocer la sentencia que condena a Pero-palo, un muñeco que representa a un personaje que, según algunos, fue un judío, y según otros un ladrón y mujeriego.

Abiertas las puertas del ayuntamiento, decenas de jóvenes irrumpieron en la plaza acompañando al burro, que, tapado por la masa humana y en ocasiones por plásticos y pañuelos, resultaba imposible de contemplar ante la desesperación de ingleses e italianos. Nadie podía saber lo que ocurría.

Finalmente, después de más de una hora, los jóvenes, apiñados junto al animal se detuvieron delante del ayuntamiento, cayendo súbitamente al suelo y mostrando entonces al burro de pie, en clara respuesta a quienes afirman que es emborrachado y maltratado hasta morir.

El equino, de 11 años, regresó al establo con su dueño, Félix Cantarejo, quien se negó a venderlo a los ecologistas italianos e ingleses que llegaron a ofrecer 80.000 pesetas por él.

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