De Klerk sustituye a Botha al frente del gobernante Partido Nacional de Suráfrica

La largamente esperada disputa por el poder en el seno del gobernante Partido Nacional (PN) de Suráfrica se ha cerrado aun antes de haberse abierto. El presidente del partido y del Gobierno, Pieter Botha, de 73 años, anunció ayer inesperadamente su dimisión en la cabeza del PN, que gobierna Suráfrica desde 1948. Horas después era designado para el cargo Frederik de Klerk.

De Klerk, líder del PN en la provincia de Transvaal, ministro de Eduación es también uno de los más seguros candidatos a suceder a Botha en la presidencia del país.La dimisión de Botha está fuertemente marcada por la embolia cerebral que sufrió a mediados de enero y de amplias especulaciones acerca de su probable retiro definitivo de la política. De momento, Botha se mantiene como jefe del Estado hasta el término de su mandato, el 3 de septiembre próximo, aunque parece claro que no podrá postular a otro mandato.

En un mensaje enviado al Parlamento, Botha justifica su decisión de separar los cargos del jefe del partido y del Estado, para concentrar sus esfuerzos en la conducción del Gobierno. Según el analista político Albert Venter, la jugada de Botha es "maestra". "Dimitiendo ahora, evita una fatigosa y desgastante lucha por el poder en el partido", afirmó.

Durante los últimos dos años, los más serios aspirantes a suceder a Botha han sido De Klerk; el ministro de Exteriores, Roelof Pik Botha; y el actual presidente en funciones Chris Heunis. Tras haber derrotado en las elecciones internas a Heunis, a Pik Botha y al ministro de Finanzas, Barend du Plessis, De Klerk parece ahora el más seguro candidato del PN a las elecciones presidenciales.

Los medios políticos surafricanos esperaban ayer con expectación el discurso presidencial en la apertura hoy del período de sesiones del Parlamento, que será leído por Heunis debido a las exigencias de reposo prescritas a Botha. Fuentes políticas han señalado recientemente la posibilidad de adelantar las elecciones y han dado como fechas probables el período entre abril y junio, a fin de que todos los partidos a derecha e izquierda del Gobierno tengan tiempo de salir de su actual desorganización.

El Partido Conservador de Andries Treurnicht está todavía tratando de recuperarse del gran revés que sufrió en Boksburg tras las elecciones municipales del pasado octubre.

La decisión de las fuerzas conservadoras locales de dar marcha atrás al reloj y volver al viejo estilo de segregacionismo vetando la entrada de los negros en los parques, piscinas y otras instalaciones deportivas ha costado millones de rands (la moneda surafricana) debido al cierre de los grandes comercios y del boicoteo realizado por compradores blancos y negros a las tiendas locales, que han visto descender en un 50% los ingresos que normalmente obtienen durante el período navideño.

Mientras la derecha se tambalea, los tres partidos políticos a la izquierda del Gobierno tratan de constituir un frente unido con la esperanza de que pueda convertirse en centro de atracción para el amplio espectro de los votantes blancos liberales.