Tregua "etarra'
De pronto, los guardias civiles de Donosti aprendieron a fumarse un cigarrillo mientras hacían guardia en los edificios públicos; consiguieron, sobrel a balaustrada de la Concha, contemplar el mar sin guardar sus espaldas con el rabillo del ojo; se dijeron, acaso por vez primera, que se vivía bien en esa ciudad del agua, y les dio la impresión de que sus pueblos de origen, la verdad, eran más bien algo feúchos- Manuel Morán.
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