Acción Católica quiere que los obispos reconozcan el carácter oficial del movimiento

Unos 300 delegados de Acción Católica -en representación de unos 30.000 militantes- se reunieron el pasado fin de semana en El Escorial (Madrid) para abordar su proyecto de futuro, con el que buscan que el episcopado oficialice el papel que este colectivo de movimientos desarrolla en la Iglesia. El reciente encuentro de Madrid se produce después de que en 1967, en el posconcillo, Acción Católica viviera una crisis con el episcopado, que incluso enfrentó a obispos entre sí y acabó con ceses de cargos de movimiento.

La Conferencia Episcopal estudiará el proyecto de futuro con el que Acción Católica -que quiere confederar sus distintos movimientos- espera restablecer plenamente los cauces que se deterioraron hace 20 años. Los dirigentes pretenden un mayor diálogo y coordinación con los obispos. "Para que tal proyecto sea coherente con la identidad y misión de Acción Católica habrá de favorecer la máxima sintoia entre los planes de actuación de la Acción Católica y los planes pastorales de las iglesias particulares y la Conferencia Episcopal", se afirma en el texto debatido.

Precisamente la vinculación de Acción Católica con el episcopado le ha comportado críticas desde algunos sectores de la Iglesia. Los movimientos espiritualistas, en cambio, la acusan de practicar un cristianismo de la mediación y no de la presencia: de que sus militantes se integren en partidos y sindicatos sin el sello necesanamente cristiano.