La base 22 Besat

Irán ha fabricado armas químicas con ayuda de expertos extranjeros y las ha utilizado a partir de 1986 en su guerra contra Irak, según denunció la Organización de los Guerrilleros Fedayin del Pueblo de Irán ante la conferencia internacional celebrada en París para la prohibición del recurso a ese tipo de armamentos. Según las denuncias de dicha organización de la oposición al régimen de Jomemi, el principal campo de producción de armas químicas es la base 22 Besat, situada cerca de Jorramshar.En el informe presentado en París, la citada organización mantiene que en los últimos años el régimen de la República Islámica de Irán ha estado utilizando expertos extranjeros e iraníes, y se ha reservado parte de los laboratorios de la universidad de, Teherán para proseguir las investigaciones sobre la producción de armas químicas, "logrando producir gas mostaza, otro gas que ataca al sistema nervioso, así como otros tipos de gases, y actualmente está instalando esas peligrosas armas dentro de las cabezas de los misiles dotados de un alcance de 1.000 kilómetros".

La referida organización iraní afirma que las fuerzas armadas iraníes han logrado instalar esos productos químicos también en las granadas de los morteros.

Por otro lado, la organización internacional defensora de los derechos humanos y premio Nobel de la Paz, Amnistía Internacional (Al), en un comunicado hecho público hoy, apela a la comunidad internacional para que presione al régimen iraní con el propósito de detener la oleada de ejecuciones. Amnistía Internacional afirma que tiene en su poder los nombres de 1.000 presos políticos fusilados o ahorcados.

Amnistía Internacional presentará su llamamiento ante la Conferencia de la ONU sobre Derechos Humanos que hoy se inicia en Ginebra. La sección española de Al pedirá, con tal motivo, al Gobierno español que "manifieste al ministro de Asuntos Exteriores de Irán (Alí Akbar Velayati) la preocupación por la ola de ejecuciones, con motivo de su visita a España el próximo 8 de febrero".