La dirección del PSOE comunica a sus parlamentarios que resta "por lo menos un año" de legislatura

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y otros miembros de la ejecutiva del PSOE aseguraron ante el Grupo Parlamentario Socialista que a la legislatura actual le queda "por lo menos un año", durante el cual habrá "mucho quehacer político y parlamentario". Este mensaje sobre la lejanía de las elecciones legislativas se produce simultáneamente con la convocatoria de debates sobre la reorganización del proyecto socialista tras el choque con los sindicatos. En uno de ellos, el coordinador del Programa 2000, Manuel Escudero -hombre de confianza de Guerra-, sorprendió a sus correligionarios con la propuesta de una ley "para establecer la coparticipación de los trabajadores en las empresas".

La táctica de "reactivacíón política desde el poder" ha afectado al Programa 2.000. Después de tres meses de silencio, la comisión organizadora del mismo ha recibido apoyo de Alfonso Guerra para rescatarlo del estado de congelación en que se encontraba. Como primera medida, 400 miembros y simpatízantes del PSOE fueron convocados el. jueves pasado en el Club de Debate 2.000, donde discutieron durante cinco horas acerca de un modelo de "democracia económica", que -a diferencia del ministro Carlos Solchaga- pretende la reorganización del proyecto socialdemócrata con los sindicatos.En el curso de esa sesión, Manuel Escudero aseguró que .no se puede avanzar en la democracia económica sin los sindicatos, pero hay que pedirles responsabilidad institucional si se les va a dar mayor poder institucional". Análisis en el que coíncidioS con la ministra de A,suntos Sociales, Matilde Fernandez, quien indicó que los sindicatos españoles son fuertes en sus cúpulas, pero débiles en las fábricas, en los pueblos y en las federaciones de industria, "que es donde deberían ser fuertes".

Escudero lanzó su propuesta principal en forma de pregunta: "¿No sería adecuado pensar que el estancamiento en que estamos podría resolverse con la codeterminación en las empresas, establecida por medio de una ley? ¿No habría que actuar desde la instancia política para sacar a los sindicatos de su debilidad actual?".

"Nada con CC 00"

Manuel Ventura, sindicalista y director general. de Empleo de la Comunidad de Madrid, defendió la necesidad de dar más poder a las confederaciones de sindicatos, pero expresó sus dudas respecto de que una ley sea suficíente para ello.

Manuel de la Rocha, miembro de Izquierda Socialista, introdujo la posibilidad de legislar sobre los fondos de inversión, al afirmar que "en España se dan ahora condiciones semejantes a las de Suecia cuando se pusieron en marcha fondos de inversión gestionados mayorítariamente por los sindicatos". La ministra Matilde Fernández recomendó calma al respecto.

Antonio García Santesmases, portavoz de Izquierda Socialista, sostuvo la tesis de¡ fortalecimiento de los sindicatos a través de la unidad de acción, en lugar de hacerles competir entre sí hasta que uno de ellos alcance la hegemonía. Argumento que fue contestado por Matilde Fernández: "MÍ modelo de sindicato es el que contribuye a fortalecer la socialdemocracia., No creo en la acción sindical conjunta, sino en que los socialistas nos identifiquemos ante la sociedad y vayamos ganando apoyos a través de una estrategia de negociación y no de confrontación. Con CC 00 no se construye el modelo de democracia económica que deseamos".

El diputado Carlos López Riaflo señaló, por su parte, la distancia entre las reivindicaciones sindicales del 14-D y el debate iniciado por el PSOE sobre democracia industrial. Mientras tanto, Antonio Puerta, uno de los ugetistas sancionados por la actual dirección, acusó a UGT de no ser una estructura democrática, porque .un sindicato como el del metal, con 100.000 afiliados, tiene un voto igual al de otros con mucha menor militancia".

El programa electoral

En medios del Grupo Parlamentario Socialista se destaca la importancia de los emplazamientos asumidos por el Gobierno, los dos a plazo fijo: la negociación con los sindicatos y las conversaciones con ETA. Unidos ambos a la etapa de presidencia española de la CE y a las iniciativas parlamentarias que puedan adoptarse para llenar de contenido ese "año de legislatura", está claro el fuerte impulso que el presidente delGobierno trata de dar a la política socialista para recuperar la imagen y los votos perdidos, con independencia de su decisión final sobre la fecha electoral.

Según las últimas declaraciones realizadas por Antón Saracíbar, secretario de Organización de UGT, es "prevísible" que esta central sindical no vuelva a pactar el programa electoral con el PSOE, a diferencia de lo sucedido en 1986. "Más allá de esto no hemos tomado ninguna decisión, ni la tomarernos hasta que se produzca la convocatoria de elecciones", añadió.

El número dos de UGT aseguró que el apoyo de este sindicato a Izquierda Unida no le parecía una hipótesis "real ni cercana".

Saracíbar puntualizaba así el alcance que se ha dado a anteriores declaraciones suyas, respecto a la posibilidad de que otros partidos defiendan las reivindicaciones sindícales si el Gobierno socialista no lo hace. Manifestaciones que en medios socialistas fueron interpretadas como una retirada definitiva de respaldo a las candidaturas socialistas en las próximas elecciones.

El asunto no está cerrado, entre otras razones, porque los dirigentes de UGT no han finalizado su discusión interna sobre la traducción política que deben dar a sus actuales opciones sindicales.

Así, el secretario de Acción Sindical, Apolinar Rodríguez, cree que no es conveniente la repetición de una mayoría absoluta, porque "los demás grupos parecen capitidisminuidos y eso no es bueno".

Saracíbar asegura que UGT mantiene abiertas todas las posibilidades: "Apoyar a una opción, a varias o dar libertad de voto" y reitera la unidad de accíón con Comisiones Obreras, que espera continúe durante la negociación colectiva de los próximos meses.

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