Béregovoy pide mayor control sobre la información confidencial financiera
El escándalo Pechiney llegará hoy al Parlamento francés. El ministro de Economía Pierre Bérégovoy, comparece ante la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional para explicar sus proyectos destinados a conceder mayores poderes a la Comisión de Operaciones de Bolsa (COB), que el próximo martes debe emitir su informe sobre el escándalo. A falta de nuevas revelaciones, el caso se centra desde el fin de semana en una guerra de afirmaciones y desmentidos entre el Elíseo y el diario Le Monde.
Bérégovoy -cuyo jefe de gabinete, Alain Boublil, se ha convertido en la primera víctima política del escándalo- se ha mostrado partidario, la víspera de su comparecencia parlamentaria, en una entrevista a France Soir, de que la COB "pueda decidir en el futuro fuertes sanciones financieras, multiplicando por tres o cuatro las ganancias realizadas" con objeto de eliminar la utilización en los negocios bursátiles de información confidencial, hecho que el ministro califica de "muy grave".El debate político sube progresivamente de tono. Alain Juppé, secretario general de la Asamblea por la República (RPR), asegura que la izquierda francesa "es la más podrida del mundo", a lo que el primer secretario del Partido Socialista (PS), Pierre Mauroy, replica con el recuerdo de la derecha de los diamantes, en referencia al escándalo que erosionó la presidencia de Valéry Giscard d'Estaing.
En espera de los resultados de la investigación de la COB, el escándalo ha derivado en un enfrentamiento entre la presidencia de la República y el Gobierno, por una parte, y el diario Le Monde, por otra, desde que el vespertino revelara el sábado que un informe remitido a Frangois Mitterrand implicaba, a su íntimo amigo Roger-Patrice Pelat en la adquisición de 50.000 acciones de Triangle, en lugar de las 10.000 conocidas hasta entonces. Después de 48 horas de silencio, el Elíseo publicó el lunes un inhabitual comunicado en el que se desmentía que el presidente hubiera recibido cualquier "informe". El martes, Le Monde mantenía su información -con el matiz de hablar de "nota" o "documento", en lugar de "informe"-, explicaba el proceso de la investigación y, para contrarrestar la rotundidad del desmentido, revelaba sus fuentes: los servicios de información dependientes del Ministerio del Interior. Esa misma tarde, nuevo mentís del Elíseo, pero siempre sobre el continente -"no existe ningún documento ni ninguna nota"- y no sobre el contenido: la supuesta implicación a gran escala de Pelat. Le Mon de había sido el primero en revelar la pista libanesa del escándalo, que parece conducir al financiero Roger Tarnraz, efímero candidato el pasado verano a la presidencia de Líbano y refugiado actualmente en el Chuf, protegido por el líder druso Walid Jumblatt.
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