Primero, los alemanes
H. T. El ministro federal alemán Hans Dietrich Genscher fue el primero en ser informado por Edvard Shevardnadze de la nueva medida de desarme unilateral del Krenilin. En un desayuno de trabajo, horas antes del discurso soviético en la CSCE, Shevardnadze le comunicó a Genscher la retirada unilateral de misiles nucleares de corto alcance.
Genscher, adversario de la modernización de los misiles Lance de corto alcance de la OTAN, saludó la nueva medida de desarme soviética. Tras esta iniciativa del Kremlln, los partidarios de la modernización de los misiles de corto alcance en la RFA están prácticamente condenados al silencio ante toda una serie de elecciones en Estados federados de la RFA el próximo año. "Quien abogue por modernizaciones, pierde las elecciones", manifestaba ayer, en rima lapidaria, un comentarista alemán. En la RFA, la modernización parece inviable.
El canciller federal, Helmut Kohl, se ha resistido a todas las presiones británicas y norteamericanas de manifestarse en favor de la modernización y censuró públicamente a su ministro de Defensa, Rupert SchoIz, por haber insistido en la necesidad de la modernización del armamento nuclear de corto alcance de la OTAN. Fuentes norteamericanas en Viena respondieron a la invitación soviética a no modernizar sus armas nucleares tácticas insistiendo en la necesidad de esta medida y advirtiendo que "no dejaremos a las fuerzas norteamericanas [en Europa en la estacada, con armas obsoletas de ningún tipo" En la RFA, donde por lógica se aplicarían en caso de conficto bélico las armas de corto alcance, fuerzas de todos los partidos políticos apoyan la solución triple cero -la eliminación total de estos misiles tácticos, que suponen un riesgo singular para las dos Alemanias-. El debate al respecto surgió con el acuerdo para la eliminación de los misiles de medio alcance (INF).
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