_
_
_
_

Bush abrirá el debate sobre la normalización con Cuba

Francisco G. Basterra

El debate sobre la eventual normalización de relaciones con Cuba, aunque sea una posibilidad muy remota, ha dejado de ser un tabú al comienzo de la Administración de George Bush y está siendo empujado por sectores liberales y por los demócratas en el Congreso. Sólo esta mera probabilidad está provocando tensiones en la comunidad exiliada de Miami, en la que los dialogantes son denunciados como "traidores".

Pero el nuevo secretario de Estado, James Baker, que ya ha apuntado el fin de la política de desestabilización agresiva con Nicaragua, lanzó ayer un jarro de agua fría sobre los que piden un reexamen del embargo de 28 años de Estados Unidos contra La Habana. Un reciente estudio de la Universidad John Hopkins asegura que el levantamiento del embargo supondría 750 millones de dólares de incremento del comercio para EE UU."Es muy difícil que consideremos normalizar las relaciones en este momento, cuando Castro continúa apoyando la subversión en Centroamérica, Chile, Colombia y otros países, y mantiene la represión en Cuba", afirmó Baker en el examen de confirmación a que fue sometido por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Y añadió que, a pesar de la retirada de las tropas cubanas de Angola, que para algunos observadores es un repliegue del intemacionalismo cubano, "Fidel no ha dado señales objetivas de que dejará de apoyar la subversión" en el Caribe.

El secretario de Estado designado prometió además apoyo para iniciar la retransmisión de Televisión Martí, ya presupuestada, hacia Cuba. Las audiencias de confirmación de Baker se iniciaron con la petición del presidente del comité, el senador demócrata Claiborne Pell, de que la Administración de Bush "reexamine" la política hacia Cuba, que se ha demostrado un "fracaso", después de 30 años en "que hemos intentado todo, incluido el asesinato, para desembarazarnos de Castro". Pell se entrevistó en La Habana, a finales del pasado noviembre, con Fidel, que le dijo que está dispuesto a colaborar con la nueva presidencia para mejorar las relaciones.

Plan de ocho puntos

El senador Pell, a su regreso a Washington, recomendó un plan de ocho puntos con avances en temas concretos, que iniciaría Cuba poniendo en libertad a todos los presos políticos, y a lo que respondería EE UU levantando parcialmente el embargo que decretó hace 28 años, permitiendo por primera vez el envío de medicinas norteamericanas a Cuba. Seguirían una mejora en el servicio telefónico entre los dos países, la colaboración entre los servicios de guardacostas para frenar el tráfico de droga, resolver el tema de las interferencias de radio y la firma por Cuba de la cláusula de neutralidad del Tratado del Canal de Panamá. Se trataría de, paso a paso, crear un clima que permitiera en el futuro encarar el gran nudo de la reanudación de relaciones con la isla.Expertos en Latinoamérica de la Administración y del mundo académico consultados por EL PAÍS no ven un cambio dramático en las relaciones con Castro, pero sí pasos positivos, mediante acuerdos concretos, para mejorar el actual modus vivendi a través de un diálogo "callado y persistente". A pesar de su retórica, esto es lo que ha ido haciendo Reagan con acuerdos de inmigración, radios y visados. "Aparte de romper con la URSS, que no es factible y así es reconocido en EE UU, no creo que Cuba pueda hacer nada dramático para estimular a EE UU a que reanude relaciones y alterar la actual política", declaró el profesor de la universidad Americana William LeoGrande. El obstáculo a la normalización viene más por la política interna norteamericana, la fuerza de los cubanos en el Partido Republicano y el precio político que tendría que pagar Bush que por la política exterior, dice LeoGrande.

El papel de Cuba en África comienza a desaparecer y su posibilidad de injerencia en Centroamérica puede resolverse potencialmente si, como parece, la Administración de Bush opta por una solución diplomática en la región. "Cuba no sería un obstáculo á Washington va por ese camino". Y hay muchos que piensan en Washington que si hay alguien que podría dar el paso para la normalización, gracias a sus probadas credenciales de duro hacia Cuba, es Bush.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Pero Bush, un campeón de los exiliados cubanos de Miami, que le votaon en bloque y a los que ha prometido no abandonar, declaró durante la campaña que no planea cambiar la actual política de aislamiento de Cuba.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_