Un juez federal de EE UU retira lo principales cargos contra Oliver North

El juez federal Gerhard Gesell retiró el viernes los principales cargos contra Oliver North en el llamado Irangate. Según Gesell, la postura del Gobierno de no facilitar los documentos secretos solicitados en el juicio contra el ex teniente coronel hacen inviable el proceso. Con su decisión, Gesell ha convertido a la Administración norteamericana en la única responsable del abandono por la justicia de los dos principales cargos contra North: conspiración para estafar al Gobierno y robo.Horas después de este anuncio, el Departamento de Justicia presentó una moción ante el juzgado de Gesell en la que prohíbe a los abogados de North que fuercen al presidente saliente, Ronald Reagan, y al presidente electo, George Bush, a testimoniar en los restantes cargos contra North. Según ese departamento, en las 12 acusaciones menores que aún debe afrontar North es innecesario el testimonio personal de ambos políticos, ya que tanto Reagan como Bush han contestado por escrito a las preguntas de los abogados.

La decisión de Gesell fue tomada al día siguiente de que el fiscal general norteamericano, Dick Thornburgh, declarara bajo juramento, como exigía el tribunal, que estaba dispuesto a bloquear el uso de documentos secretos cuyo conocimiento público dañaría la seguridad del Estado.

Escándalo del 'Irangate'

Los cargos que han sido retirados son la base del escándalo Irán-contras: el desvío de 14 millones de dólares (1.600 millones de pesetas) de los beneficios de la venta de armas a Irán y la supuesta utilización por North de ese dinero para financiar la guerra secreta en Nicaragua.

El ex ayudante de Reagan en la Casa Blanca será, sin embargo, juzgado por obstruir la justicia y mentir al legislativo, así como por la utilización de dinero y regalos cuando era funcionario del Gobierno. Estas acusaciones tienen una pena máxima de 60 años de cárcel y tres millones de dólares de multa.

El juicio por estos cargos ha sido fijado para el 31 de enero próximo, pero tras el súbito cambio habido en el proceso se considera que el caso no estará preparado para una fecha tan cercana. Los abogados de North y el fiscal han librado una batalla de 10 meses hasta llegar a este punto. De hecho, fue el mismo fiscal que instruye el caso, Lawrence Walsh, quien pidió la semana pasada que se archivaran los principales cargos debido a la falta de evidencias.