Miguel Ángel Díez
Un perfil moderno para una comunidad iberoamericana de naciones
Periodista y empresario, Miguel Ángel Díez ha ido dejando un reguero de empresas y proyectos por donde ha pasado. Nacido en Argentina hace 45 años, emigró a Venezuela tras el golpe militar y en 1982 se instaló en el Reino Unido, donde ha vivido hasta el pasado mes de enero. En ese mes tomó una decisión que considera trascendental: trasladarse de nuevo a vivir a Buenos Aires. "No concibo mi vida y mi destino sin Argentina". Este hombre prolífico y emprendedor tiene dos obsesiones especiales: Latinoamérica y la diferenciación. Y son esas dos obsesiones las que ha plasmado en su último proyecto, Uno, la revista de América editada en España, de la que es director y consejero delegado.
Recuerda con especial cariño los tres años en los que ejerció la subdirección de la revista Cuestionario, que cerró el Gobierno militar en 1976. Un año más tarde emigra a Venezuela, donde trabaja primero como asesor de información en el Gobierno (le Carlos Andrés Pérez y donde inicia la creación de proyectos como El Diario de Caracas y la revista Número. Justo después de la derrota argentina en las Malvinas decide instalarse en Inglaterra y se hace cargo, como director y consejero delegado, de la editora Latin American Newsletters. Compatibilizado además con la dirección de la Agencia Latinonamericana (ALA), con base en Miami.Su último proyecto, la revista Uno, de la que en febrero aparecerá el número cinco y que está financiada por Alianza Editorial y Letters, SA, ha nacido como una necesidad a tono con la época que vive Latinoamérica y pretende convertirse en la publicación líder del continente americano en lengua castellana. Quizá debido al entusiasmo emprendedor de su director, Uno tiene enormes pretensiones, como es la de facilitar el acercamiento y entendimiento de las naciones hispanoamericanas entre sí y de todas ellas con España y, a través de España, de todo el continente americano con la Comunidad Europea, además de aspirar a ser el foro donde se perfile una idea moderna sobre lo que debe ser una comunidad iberoamericana de naciones. En relación a este último purito, Miguel Ángel Díez tiene las ideas muy claras. "España y el Gobierno español se encuentran metidos en la trampa de cómo se sale de la retórica y simbología hispanista del franquismo y entablar una relación moderna de igual a igual con Latinoamérica sobre la base de la democracia".
La fecha de 1992 la define Diez como "un maravilloso pretexto para hacer cosas útiles". Sin embargo, acto seguido añade que es una fecha europea, la de la Europa sin fronteras y la puesta de largo para España. Para Latinoamérica tiene otra connotación, que es la de dar pie a acciones muy concretas que ayuden al crecimiento económico para que se pueda mirar el futuro con esperanza. "El año 1992 será para Latinoamérica el esfuerzo por no quedar excluida del mundo económico". Y en este sentido, Miguel Ángel Díez confía en que la presidencia española de la CE sirva para poner el tema de Latinoamérica en el centro del debate europeo.
Su padre era de Logroño y su madre de Santiago de Compostela. Y por eso fue educado en el amor a España.
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