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TRIBUNALES

El acusado de la muerte de una monja alega que lo hizo borracho

Fernando Fernández Sánchez, de 20 años de edad, acusado de la muerte de una monja en agosto de 1987 en Benicarló (Castellón), declaró ayer en la Audiencia Provincial de esa provincia que no recordaba nada de lo sucedido y que se encontraba totalmente ebrio cuando ocurrieron los hechos. El fiscal solicita 30 años de reclusión para el acusado.

Fernando Fernández, natural de Coronada (Badajoz), fue detenido como presunto autor de la muerte de la religiosa Palau Añó, de 64 años de edad, que se encontraba pasando unos días de vacaciones en el chalé de su familia anexo a las instalaciones de la fábrica de muebles Palau. Según el informe del forense, la religiosa sufrió cinco heridas de arma blanca, además de varios golpes en la cabeza.

En su declaración, el acusado indicó que no recordaba nada de lo sucedido. Tan sólo que horas antes del suceso había estado bebiendo. "Me gasté 7.000 pesetas bebiendo", dijo. Se acercó hasta el complejo industrial de muebles Palau para bañarse en la piscina. Entonces fue recriminado por la monja, asegura el joven, "que me agarró del pelo y dijo que iba a llamar a la Guardia Civil". A continuación, al parecer, el joven golpeó con un palo la cabeza de la monja. A partir de ese instante el acusado dice que no recuerda nada.

El ministerio fiscal pide 30 años de reclusión mayor por delito de robo con homicidio y cuatro meses de arresto mayor por el delito de profanación.

Tras cometer el asesinato, Fernando Fernández huyó hasta su población natal, donde fue detenido el 2 de septiembre del 1987 por la Guardia Civil.

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