Gaddafi pide negociaciones directas con Washington
El líder de la revolución libia, coronel Muammar el Gaddafi, solicitó ayer al presidente electo de Estados Unidos, George Bush, que entable negociaciones con Libia sobre los puntos que vienen enturbiando desde hace años las relaciones entre ambos países.
La petición fue efectuada por Gaddafi en una visita inesperada, de apenas 20 minutos, que realizó en la mañana de ayer al hotel Al Kabir, donde se hospeda la Prensa internacional desplazada a Trípoli con motivo de la crisis desencadenada por el ataque norteamericano, el pasado miércoles, contra dos aviones libios.
Por la tarde, las autoridades libias anunciaron a la totalidad de los periodistas extranjeros que deben abandonar el país antes del martes próximo. Un funcionario libio responsable de información explicó que la capacidad hotelera estaba copada y que los periodistas no tenían "nada que hacer" en Libia después de haber visitado la planta de Rabta.
Al aparecer de sorpresa, Gaddafi declaró que ignoraba que los 200 periodistas extranjeros se alojaran allí y que no venía a hacer declaraciones, sino a "tomar café". El viernes, varias docenas de periodistas habían sido invitados a viajar en dos autobuses para una supuesta visita a la fábrica de Rabta donde, según Washington, los libios están preparados para producir armas químicas, tal como los representantes libios prometieron tras el ataque contra los aviones. Pero, en su lugar, los periodistas fueron llevados a una localidad de la costa mediterránea, donde durante ocho horas fueron huéspedes de las autoridades locales, que les ofrecieron un abundante banquete.
Según dijo ayer el dirigente libio, George Bush "debe tomar ejemplo del fracaso de la política norteamericana de fuerza e iniciar negociaciones con Libia".
Gaddafi citó la actitud de "los pueblos de Grecia, Italia, España y Malta (...), que tienen miedo porque también ellos afrontan el peligro" de un conflicto militar en el Mediterráneo.
Comisión internacional
En este sentido, expuso la disposición de su país a formar parte de una comisión internacional que se encargue de la inspección de todas las fábricas industriales del mundo, "incluidas las norteamericanas e israelíes", para comprobar el carácter no militar de su producción. "Lo que no permitiremos es que Libia sea tratada de manera discriminatoria y desigual", señaló, en clara referencia a las acusaciones estadounidenses referentes a la fábrica de Rabta. Añadió que mientras la inspección internacional de toda la producción industrial mundial no se ponga en marcha, "todas las fábricas del mundo serán sospechosas".
Coincidiendo con estas declaraciones, el diario norteamericano The New York Times aseguró ayer que Washington rechazó una oferta de mediación con Libia presentada hace dos semanas por Arabia Saudí.
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