El gerente del Consorcio de Transportes afirma que el 'metro' puede llegar a la saturación este año

El gerente del Consorcio Regional de Transportes, Julián Revenga, considera que si no se amplía la flota de autobuses urbanos y no se consigue que puedan circular más trenes por el metro, las líneas que cubren determinados trayectos podrían quedar saturadas este mismo año. Revenga teme que la progresión al alza de los madrileños que utilizan el transporte público pueda congelarse si no se acometen las inversiones necesarias.

Durante 1988 la demanda del metro creció un 8% mientras que la de los autobuses urbanos ascendió un 1 % con respecto al año anterior. El Metropolitano sigue siendo el medio de transporte rey en Madrid. Según los datos del Consorcio Regional, el metro fue utilizado el pasado año por un 30% más de madrileños que los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).Sin embargo, según advierte Julián Revenga, determinados trayectos del Metropolitano están al borde de la saturación. En concreto, las líneas 1 (plaza de Castilla-Portazgo), la 3 (Legazpí-Moncloa) y la 6 (Cuatro Caminos-Laguna) llegan a alcanzar o superar, en las horas punta, la capacidad máxima ideal de un vagón, cifrada en 200 personas. "A partir de esa cifra se puede empezar a hablar de un descenso en la calidad del servicio", explica el gerente.

"El pasado año se reforzaron las líneas 1, 3 y 6 con uno o dos coches más hasta alcanzar el límite que imponen los sistemas que controlan el tráfico por los túneles", afirma Revenga. "La solución pasaría por modificar los sistemas de seguridad para que la frecuencia en estas líneas fuera de intervalos no superiores a los 90 segundos entre tren y tren". Actualmente, en los trayectos más demandados la intensidad del tráfico es de dos minutos y medio a tres.

Sin embargo, esta opción debe pasar necesariamente por un incremento del número de trenes, aunque por medio está, también, la renovación de la flota más antigua. Este año comenzará la sustitución de los coches que circulan por la línea 1, los más veteranos de la red. La inversión cuantificada para esta operación alcanza los 24.000 millones de pesetas.

La ampliación de la flota de trenes y la reforma de los sistemas de control de tráfico, necesaria para mejorar el servicio, no serán viables hasta dentro de dos años, como mínimo, según el gerente. De continuar el crecimiento de la demanda de los usuarios del metro al mismo ritmo, este año la lucha por conseguir el metro cuadrado más holgado en horas punta será una realidad.

Para Revenga, el autobús debe convertirse cada vez más en un medio complementario del metro. "Este año vamos a continuar la reestructuración de las líneas de autobuses de algunos barrios periféricos con el fin de disuadir desde el origen de la utilización del transporte privado. Se trata de hacer más combinable autobús y metro. Intentar que cada barrio tenga una línea de superficie que le pueda llevar a una estación del metro", explica.

Sin embargo, esta idea también choca con la insuficiencia de medios. "Para hacer frente a la demanda que podría implicar una reordenación de las líneas haría falta incrementar la oferta de autobuses en, al menos, 300 nuevos coches", afirma Revenga.

Nuevos autobuses

Durante 1988 el Ayuntamiento de Madrid puso en circulación 15 nuevos autobuses para sustituir a los más antiguos. Estas adquisiciones, que se destinaron a la línea 42, forman parte de un pedido de 50 coches, que se irán incorporando al servicio a los largo del año. Cada uno costó cerca de 15 millones de pesetas. La próxima semana el Ayuntamiento de Madrid podría fallar el concurso para la compra de otros 300 autobuses, que, sin embargo, se utilizarán para la renovación, que no la ampliación, de parte de la flota.Madrid cuenta con 1.580 autobuses, que, repartidos en 151 itinerarios diferentes, cubren una red de 1.199 kilómetros. La antigüedad media del parque municipal es de seis años. "Lo ideal", explica Revenga, "es ir sustituyendo aquellos coches con 10 años de servicio".