La CE decide retrasar hasta fin de mes sus represalias comerciales a Estados Unidos

La Comisión Europea dio a conocer ayer las contrarrepresalias comerciales que desea aplicar contra EE UU. Sin embargo, los embajadores de los doce, reunidos con carácter extraordinario bajo la presidencia del representante español, Carlos Westendorp, consideraron más oportuno que sean los ministros de Asuntos Exteriores los que decidan a finales de mes la réplica que conviene dar a Washington.

El órgano ejecutivo europeo propuso que dos exportaciones norteamericanas a la Comunidad Europea (CE), las nueces con cáscara y los frutos secados, pero no los secos, (albaricoques, melocotones, ciruelas, manzanas, peras, papayas y macedonia de fruta), sean gravadas con un arancel del 100%. Ello equivale, en la práctica, a prohibir su importación.La proposición del Ejecutivo comunitario, que afectara a unas importaciones cuyo valor anual asciende a 11.000 millones de pesetas, es la contestación europea a la sanción de la Administración norteamericana consistente en imponer un arancel del 100% a exportaciones europeas por un valor similar que perjudica en primer lugar a Italia, seguido de la República Federal de Alemania y España

Washington mostraba as su descontento con la prohibición por la CE, a partir del 1 de enero, de importar y consumir carne de vacuno tratado con hormonas. Esta decisión, que en opinión de la Administración del presidente Ronald Reagan carece de valor científico y es discriminatoria, perjudica a las exportaciones norteamericanas de carne hacia el Viejo Continente.

Ventaja española

España es, después de la República Federal de Alemania, el segundo importador comunitario de nueces con cáscaras (2.622 millones de pesetas). Sin embargo, la adopción de las contrarepresalias contra EE.UU. le beneficiaría sobre todo, porque, junto con Italia, es el principal productor comunitario de las dos mercancías norteamericanas que la CE proyecta "castigar". Esta decisión podría incrementar las exportaciones españolas e italianas al reto de Europa.

Aunque no aprobaron ninguna medida de réplica comercial, hubo, sin embargo, consenso entre los doce embajadores para considerar aceptable la lista propuesta por la Comisión Europea y para preconizar la concesión de un plazo, que expiraría el 1 de febrero, para que la carne hormonada exportada de EE.UU. en diciembre pueda seguir entrando en la Comunidad.

Esta prórroga de la prohibición sería tanto mas sorprendente, que las autoridades norteamericanas saben desde hace un año que Europa prohibiría el 1 de enero de 1989 el consumo de carne engordada artificialmente y que mientras los ganaderos estadounidenses envían sus últimas toneladas de vacuno hormonado a la CE, los europeos no pueden ya producir ni vender ese tipo de carne, ni los argentinos y uruguayos exportarla a la Comunidad.

El conflicto comercial suscitado por las hormonas afecta a una cantidad simbólica (1%) del comercio bilateral entre EE.UU. y la Comunidad, que el año pasado ascendió a unos 19 billones de pesetas. Sin embargo, en Bruselas se teme que la adopción de represalias y contrarepresalias por ambas partes suponga el desencadenamiento de una auténtica guerra comercial entre aliados.