Lorenzo Olarte: "Exigiré previa información sobre los tratados internacionales"

Lorenzo Olarte Cullen, nuevo presidente del Gobierno de Canarias, toma hoy posesión del cargo, en el que sustituye a Fernando Fernández, miembro, como él, del Centro Democrático y Social (CDS). En esta entrevista, Olarte manifiesta: "Jamás claudicaré en la rigurosa exigencia estatutaria de recibir puntual y previa información sobre los tratados y convenios internacionales en lo que afecten a nuestro específico interés".

Lorenzo Olarte tiene 56 años, está casado y es padre de ocho hijos. Es abogado de profesión y político de vocación. En esta última faceta ha ido escalando peldaños desde 1974. Fue presidente del Cabildo de Gran Canaria y ponente en la reforma política en las Cortes franquistas. Hombre de confianza de Adolfo Suárez, fue su más directo asesor en la Moncloa, y después presidió Aviaco. De UCD pasó al CDS, y formó parte como vicepresidente del primer Gobierno autónomo en manos centristas, el canario, que presidió tras las pasadas elecciones autonómicas Fernando Fernández Martín, quien se vio obligado a dimitir al perder la confianza de la Cámara, el pasado día 30 de noviembre. La primera medida de Olarte como jefe de Gobierno ha sido todo un golpe de efecto: suspender el desarme arancelario de Canarias con los países comunitarios el mismo día que España asumió la presidencia de la Comunidad Europea.

Pregunta. El CDS gobierna en esta comunidad autónoma, la única que preside en todo el Estado, en coalición con otras tres fuerzas políticas, Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC, nacionalismo insularista), AP y Agrupación Herreña Independiente (AHI). Gracias a este pacto, el centro-derecha ha desbancado al PSOE, partido mayoritario. ¿El caso canario es extrapolable al resto del Estado y sirve a los fines de Adolfo Suárez?

Respuesta. No hubo un proyecto previo a las elecciones autonómicas. Al día siguiente de las mismas, el socialista Jerónimo Saavedra, visiblemente afectado por su retroceso, tiró la toalla., renunciando en principio a formar Gobierno, y nos retó a ver si éramos capaces nosotros. Y claro que lo fuimos. Durante, estas semanas de crisis, Saavedra ha querido rectificar su error, pero ya era tarde. El Gobierno, capitaneado por el CDS, había demostrado cohesión y eficacia. Lo más aconsejable era reeditar el pacto. El caso canario no se ha elaborado para su extrapolación al resto del Estado español. Lo que ocurre es que en el CDS hemos expuesto nuestra voluntad de gobernar donde obtengamos mayoría, e incluso sin ella cuando se incorporasen a posterior¡ otras fuerzas políticas que asuman nuestro programa de centro progresista.

Pleito histórico

P. ¿Le inquieta haber llegado a la presidencia en medio de un clima de división de los canarios?

R. El pleito histórico insular, una vez más protagonizado por amplios sectores poblacionales de las dos islas mayores, Tenerife y Gran Canaria, puede y debe cesar, para dar paso a una situación de más amplia armonía, que hoy por hoy no se vislumbra a corto plazo y que constituye para mí el objetivo prioritario.

P. La actual disputa entre las islas se debe al conflicto universitario, que provocó las mayores movilizaciones de la historia de Canarias y provocó finalmente, bajo sus efectos, la caída del Gobierno de Fernández Martín. ¿Cuál es la solución?

R. El conflicto universitario es el tema más grave que de forma inminente tiene planteada la región canaria. No constituye objeto del nuevo pacto, lo que facilita la continuidad del Gobierno. En cualquier caso, creo que podemos limar entre todos las asperezas consensuando un planteamiento general, si es que la oposición resulta capaz de integrarse en un acuerdo global. En otro caso, que cada palo aguante su vela. El CDS no está de acuerdo con un criterio en virtud del cual la universidad se provincializará. Para mí, cualquier idea de la provincia debe erradicarse de la concepción política de Canarias.

P. ¿Piensa que hay que reformar el Estatuto canario? ¿En ese caso, las islas deben asumir alguna parcela de las competencias internacionales?

R. No mantengo la reforma estatutaria para la obtención de competencias en el plano internacional. Trato simplemente de que se dé cumplimiento al estatuto de autonomía, y jamás claudicaré en la rigurosa exigencia estatutaria de recibir puntual y previa información sobre los tratados y convenios internacionales en lo que afecten a nuestro específico interés, con el fin de que el Gobierno de Canarias pueda emitir su parecer, ya que el artículo 37 de nuestro estatuto es contundente e inequívoco a este respecto. Soy partidario además de asumir la totalidad de las transferencias que permite el estatuto y de culminar la revisión de las defectuosamente negociadas durante el Gobierno socialista.