La falta de lluvias sitúa a Madrid al borde del estado de emergencia por contaminación
La ciudad lleva casi un mes sin quitarse la boina contaminante. La polución en el centro de Madrid alcanzó ayer los valores más altos de los últimos meses, a las puertas del límite previsto por el Plan de Saneamiento Atmosférico (PSA) para adoptar medidas de emergencia. ¿Culpables? La falta de lluvias y la inversión térmica, que este invierno se han convertido en los mejores aliados del tráfico y de las calefacciones.
Madrid lleva varios días escondido tras una nube de smog fotoquímico que le hace difícilmente visible desde las afueras.Los niveles de contaminación, que comenzaron a ser preocupantes a mediados de diciembre, se dispararon en vísperas de Nochebuena y han vuelto a subir en los últimos días. En zonas como la glorieta de Quevedo, Cuatro Caminos, el barrio de Salamanca o el paseo de Santa María de la Cabeza, el aire va camino de hacerse irrespirable.
Y la perspectiva para los próximos días, con el anticiclón clavado en Europa, no es precisamente halagüeña.
Las 20 estaciones de medición del Ayuntamiento detectaron ayer unos niveles medios de contaminación (254 microgramos de dióxido de azufre por metro cúbico y 108 de partículas de humo) que sitúan la ciudad al borde de uno de los supuestos de emergencia del PSA. Si Madrid supera durante cuatro días seguidos los 250 microgramos por metro cúbico, se podrán adoptar medidas tales como la prohibición del encendido de calefacciones o la limitación del aparcamiento en calles céntricas.
La glorieta de Quevedo alcanzó ayer unos niveles que el responsable del departamento de contaminación del Ayuntamiento, Lucio Pita, calificó como preocupantes: 472 microgramos por metro cúbico.
Las concentraciones de partículas de humo, causadas principalmente por los vehículos, duplicaron los valores medios junto al puente de Vallecas.
Estaciones obsoletas
Pero las estaciones del Ayuntamiento se han quedado obsoletas y no miden aún varios factores contaminantes, como los óxidos de nitrógeno o los hidrocarburos.
La renovación de la red de control de la contaminación, prevista para el año pasado, aún no ha sido adjudicada y tardará al menos nueve meses en entrar en funcionamiento según informó Lucio Pita.
Mientras tanto, un equipo del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) realiza un estudio sobre el hongo contaminante de Madrid, sus consecuencias sobre la salud y los efectos (lluvias ácidas) de sus visitas periódicas a zonas del área metropolitana y de la sierra.
Los grupos ecologistas echan en falta un plan conjunto contra la contaminación, con medidas como la restricción del tráfico en el centro, la reducción del plomo en la gasolina o una normativa fijando los límites máximos de hidrocarburos y oxidantes fotoquímicos.
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