Cuatro incendios afectan a siete empresas textiles del cinturón industrial de Barcelona en una semana

Un incendio destruyó en la madrugada de ayer el almacén de la industria textil Nerva-Nerpel, en Olesa de Montserrat (Barcelona). Este siniestro, que no ocasionó desgracias personales, es el cuarto de similares características registrado desde el pasado miércoles en el cinturón industrial barcelonés. Estos incendios han afectado a siete empresas textiles, lo que ha levantado sospechas sobre la posibilidad de que exista alguna relación entre todos ellos. La policía investiga algunos de los siniestros.

Comisiones Obreras (CC OO) solicitó ayer a la Delegación Provincial de Trabajo la realización de una auditoría de las empresas siniestradas con el fin de investigar las circunstancias que han rodeado a los incendios. La patronal del sector, por su parte, considera que los incendios han sido fortuitos y que se trata de una coincidencia en el tiempo entre todos ellos.Ramón Puiggrós, secretario general de la Federación Textil Piel de CC OO de Cataluña, dijo ayer a este diario: "Nosotros no podemos decir lo que no sabemos, pero tampoco podemos creer lo que nos dicen [la patronal] a no ser que lo demuestren" Puiggrós destacó que los cuatro incendios de los últimos días se hayan producido en industrias de géneros de punto y algodón, las cuales, según su versión, tienen en la actualidad dificultades de venta y exportación.

El secretario del Consejo Intertextil, patronal del sector, Joan Plan, desmintió rotundamente la posibilidad de que estos incendios hayan sido provocados y señaló que "no existe por parte d nadie la voluntad de sacar provecho de un siniestro". "Todo lo ocurrido", dijo, "ha sido fruto de la mala suerte". "Ha ocurrido" añadió, "lo mismo que con los accidentes de aviación: a veces pasan varios años sin que se produzca uno solo y a lo mejor en unos días hay varios seguidos".

El incendio de Nerva-Nerpel, empresa que emplea a 200 trabajadores, 60 de los cuales estaban destinados en la nave siniestrada, se inició sobre las 2.05 horas de ayer en el almacén de la fábrica. El fuego fue advertido al dispararse la alarma de la nave, aunque la policía municipal no pudo localizar en un primer momento a los responsables de la factoría. Las pérdidas se evalúan en 500 millones de pesetas.

La ausencia de los responsables de la empresa dificultó las tareas de extinción, pues los bomberos no pudieron abastecerse de agua en las bocas de incendio situadas en la factoría ya que desconocían su ubicación exacta y el mecanismo de puesta en marcha. Las llamas se propagaron rápidamente por el almacén por la fácil combustión de las fibras textiles almacenadas.

El alcalde de Olesa de Montserrat, Enric Termens, manifestó ayer a este diario que, con toda probabilidad, el fuego había sido provocado.

Termens explicó que todas las dependencias de la factoría estaban desconectadas del suministro de corriente eléctrica desde las seis de la mañana del sábado. Este hecho, unido a que las instalaciones eran modernas y estaban dotadas de fuertes medidas de seguridad, "obligan a descartar por completo la hipótesis de que el fuego haya sido fortuito", precisó el alcalde.

Termens reveló que una patrulla de la Policía Municipal vio, unas seis horas antes del incendio, un coche ocupado por cuatro hombres estacionado frente a la entrada del almacén destruido. El vehículo se dio a la fuga ante la presencia de los agentes, aunque éstos anotaron la matrícula.

La posibilidad de que el incendio fuera provocado es compartida por el delegado territorial en Barcelona de la Generalitat, Antoni Cruells, y tampoco es descartada por los bomberos, la Guardia Civil y la Policía Municipal que trabajaron en la extinción. La Policía Judicial ha iniciado una investigación sobre el incendio del almacén de Nerva.