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EL SEMESTRE ESPAÑOL

Grecia, una presidencia sin pena ni gloria

Críticas en el europarlamento a la gestión desarrollada por el Gabinete de Papandreu

La segunda presidencia griega de la historia de la Comunidad Europea (CE) concluye sin pena ni gloria a pesar de que el viceministro de Asuntos Exteriores, Theodoros Pangalos, encargado de Europa, declarase a mediados de mes ante el Parlamento Europeo que consideraba el balance "satisfactorio". Los escasos avances del segundo semestre repercutirán sobre España, que recoge ahora el testigo de la presidencia. "El impulso ha quedado roto", iformaba el diario bruselense Le Soir, "y los españoles que estarán al timón a partir del 1 de enero no deben sonreír ante la herencia que les dejan".

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La relativa decepción causada por la gestión griega al frente de la CE quedó puesta de manifiesto en el último pleno del año en el Parlamento, donde sólo el Grupo Socialista, al que pertenecen los eurodiputados griegos del partido en el poder en Atenas, felicitó al Gobierno que encabeza Andreas Papandreu. Los demás fueron, en cambio, muy críticos, empezando por los parlamentanos griegos de oposición.El democristiano Georgios Anastassopoulos afirmó, por ejemplo, que su país se había limitado a "ocuparse de los asuntos ordinarios de la Comunidad", mientras la liberal francesa Simone Veil se declaraba "desesperada porque no ha sido realizado ningún progreso en materia de armonización fiscal ni a propósito de la Europa de los ciudadanos", que prevé la supresión de los controles fronterizos.

Refiriéndose al Consejo Europeo que presidió Papandreu, el neogaullista francés Alfred Coste-Floret afirmó también en Estrasburgo que "si la cumbre de Rodas había sido descrita como una etapa, debía de ser una etapa de descanso", y otros diputados resaltaban en los pasillos el contraste entre los. discursos grandilocuentes pronunciados en la isla por los mandatarios griegos y el carácter anémico de la reunión. Alguno compadeció en privado al ministro español Francisco Fernández Ordóñez por "las patatas calientes que le entregaban".

Modestas decisiones

La cumbre en la isla sólo generó dos modestas decisiones: el compromiso de los doce de asistir en Francia en 1989 a una gran conferencia sobre el audiovisual en Europa y el nombramiento por cada Estado miembro de un responsable encargado de discutir la abolición de los controles fronterizos para viajeros.

Pero si Felipe González hereda los asuntos más espinosos de la CE', como titulaba a seis columnas el diario londinense The Times, no es sólo por la incapacidad de Rodas de "tomar decisiones", sino por que el calendario prevé que temas como la unión monetaria sólo sean debatidos en junio en Madrid.

El semestre griego que, en gran parte, precedió al Consejo Europeo tampoco terminó con resultados esplendorosos. Atenas logró liberalizar relativamente los contratos públicos, mejorar la colaboración entre el Consejo de Ministros y el Parlamento, poner en práctica la reforma de los fondos estructurales y reducir la contaminación de los automóviles de pequeña cilindrada, pero estos dos últimos acuerdos son, en gran parte, achacables a la presidencia alemana, que los dejó en cierta medida apalabrados.

La apisonadora alemana que precedió a Grecia al frente de la CE es parcialmente responsable de que el país mediterráneo no haya cosechado más éxitos porque, según la expresión de un diplomático, "allanó el terreno más allá de los límites previstos". "No les dejaron casi nada en el horno a punto para ser servido".

La principal causa del pobre balance helénico no está, sin embargo, en Bonn, sino en Atenas, donde, en opinión generalizada, una administración ya de por sí ineficaz no dedicó la suficiente atención a los asuntos comunitarios porque sus responsables estaban absortos por la evolución de la salud de Papandreu, hospitalizado durante dos meses en Londres, y por los escándalos que afectaban a su Gobierno. "Sus problemas internos son su principal circunstancia atenuante", comentó el secretario de Estado español para la CE, Pedro Solbes.

Por si esto no bastase, el primer ministro griego modificó su Gabinete durante la presidencia y, por ejemplo, un titular de Sanidad totalmente inexperto dirigió un Consejo de Ministros del ramo en el que, en contra de lo esperado, no fue aprobada por problemas burocráticos una directiva importante sobre el etiquetado de los paquetes de tabaco, en los que deberán figurar advertencias sobre su peligrosidad.

Éste como otros tantos temas en los que no se ha avanzado un ápice recaerán ahora sobre la presidencia española, y no en balde el presidente galo, François Mitterrand, deseaba a Felipe González, al término del encuentro de Rodas, "mucha energía para hacer avanzar en serio un carro al que a algunos les gustaría que se empantanase". "Es evidente para todos nosotros", añadía el canciller alemán Helmut Kohl, "que las discusiones en las cumbres de Madrid y París no van a ser tan relajadas" como las que los 12 líderes mantuvieron bajo la presidencia griega.

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