Pies de barro
La última sesión de la semana supuso la confirmación de que las cotizaciones se deslizan sobre una superficie con pies de barro. Sólo se salvaron Inpacsa, que descuenta su reciente acuerdo industrial con un socio exterior, Bancotrans y Damm. Estos dos últimos, son valores fielmente tutelados. Algunos analistas esperan la última semana del año con la ilusión de vivir un anhelado ciclón alcista. Los mismos que apuntan a Tokio y Wall Street para encontrar la causa de la flojedad del mercado. Es cierto que las grandes plazas financieras viven el apogeo de las realizaciones y cabe esperar otra fase alcista fruto del impulso comprador, antes del 31 de diciembre. Pero esta lógica no resiste el socorrido mimestismo que a menudo se aplica en el caso de Barcelona.
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