Javier Pérez Royo: "En la universidad se descargan los miedos de la sociedad"
La universidad de Sevilla atraviesa una etapa especialmente delicada: está pendiente del dictamen del Tribunal Supremo sobre la legalidad de un artículo de sus estatutos, cuya anulación definitiva podría suponer la paralización parcial de su actividad. Tras cinco año de interinidad, ,en los que han gobernado dos rectores en funciones, la universidad consiguió aprobar en marzo pasado sus estatutos. Un nuevo claustro eligió ,como rector al catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo, quien afirma, en declaraciones a EL PAÍS, que "en la universidad se descargan los miedos y las angustias de la sociedad".
El rector de la universidad de Sevilla es todo un personaje en la ciudad. Javier Pérez Royo, de 44 años y antiguo miembro del comité central del Partido Comunista de España (PCE), se vanagloria de haber conseguido una buena imagen para la universidad con más conflictos del país. De casi todo sabe y sobre casi todo opina. Lo mismo pronuncia una conferencia en perfecto alemán en la universidad de Colonia que preside la inauguración de curso de un colegio del Opus Dei o corre la marathon de Nueva York. Dice que tiene pocos enemigos en la universidad: "A lo mejor antes sí, pero han llegado al convencimiento de que, en la situación actual, está bien que yo sea rector".Javier Pérez Royo piensa que la universidad "es la asignatura pendiente de la democracia española. De todas las instituciones es la menos bien tratada y como dijo el secretario de Estado de Hacienda, José Borrel, acerca de España, le estallan las costuras. En la universidad no sólo se descargan las tensiones académicas, sino los miedos y las angustias de una sociedad sometida a un proceso de cambio acelerado y que ve en los estudios universitarios la mejor forma de defenderse".
El rector de Sevilla se queja del tiempo que se ha tardado en emprender una reforma "y cuando se hizo, se hizo mal. Se pretendió dar un vuelco a la universidad sin que costara una peseta. No se elaboró memoria económica ni presupuesto, como en las reformas del Ejército o de la Educación General Básica (EGB)". Sin embargo, Pérez Royo cree que la universidad "no es peor que la sociedad, y la de Sevilla, si me apura, es la mejor del país".
"Hombre ideal"
"La universidad de Sevilla estaba semiparalizada, no tenía presencia y daba como verguenza ser miembro de ella. Ahora, sin dejar de tener problemas, se ha proyectado al exterior: despierta interés, suena y, sobre todo, funciona con normalidad". Desde antes de optar al cargo, Javier Pérez Royo se definió como el "hombre ideal" para ser la cabeza visible de la universidad.Dirigente estudiantil desde su juventud, ingresó en el PCE en 1972, decisión que tomó mientras disfrutaba de una beca en Estados Unidos. Participó en la lucha contra el SEU de la época de Rodolfo Martín Villa y en la fundación del Sindicato Democrático.
Ahora no tiene actividad política, pero asegura que no dejará de ser comunista hasta el final de sus días. "Yo me formé básicamente en El Capital, el mejor libro que se ha escrito en la historía, y eso me ha marcado". Precisamente esta fidelidad al pensamiento comunista, provocó algo más que reticencias entre los catedráticos y profesores de la universidad de Sevilla, de tradición muy distinta. Sin embargo, Javier Pérez Royo está convencido de que esa etapa está superada.
"El impacto de mi nombramiento ha sido muy positivo en la ciudad. Quizás se esperaba que prestara poca atención a la investigación y me centrara en el control del profesorado, pero mis detractores han comprobado que la docencia se está gestionando como nunca" .
"Un rector comunista se maneja en esta universidad como lo haría sino que no lo fuera. Los problemas eran tan de supervivencia que lo único que había que hacer era aguantar el tipo, y yo creo que he aprobado la asignatura. Es difícil estar en el 600 aniversario de la universidad de Colonia, que te saquen de pronto, y tener que improvisar una conferencia en alemán. Eso hay que valorarlo, y aquí no ha habido un rector que hubiese salido de Despeñaperros".
Javier Pérez Royo es un personaje singular. Se confiesa un admirador incondicional de Concha Piquer y le vuelven loco los tangos. Afirma que ser rector de la universidad de Sevilla "es un cargo de derecho natural", aunque su vocación frustrada es la de atleta olímpico. Hizo su tesis en Alemania y amplió conocimientos en varias universidades de Estados Unidos.
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