Benyedid obtiene un nuevo mandato de cinco años para cumplir sus promesas de reforma

Chadli Benyedid dispone desde ayer de un mandato presidencial de cinco años para cumplir con sus promesas de cambio de la sociedad argelina. Candidato único del Frente de Liberación Nacional (FLN), ha sido elegido jefe de Estado, por tercera vez consecutiva, por una inmensa mayoría de los votos emitidos. La participación fue alta y la emoción fue nula en esta jornada electoral argelina.

La votación se desarrolló en calma bajo un sol espléndido, que los argelinos agradecieron tras dos semanas de lluvias, del mismo modo que antes habían dado la bienvenida a un agua que paliaba la crónica sequía que en los últimos años sufre el país magrebí.Los 37.000 colegios electorales abrieron sus puertas a las ocho de la mañana y se espera que el Ministerio del Interior dé a conocer los primeros resultados á primera hora de hoy. En este departamento se instaló un télex conectado con las 48 provincias del país, que, junto con el sistema de ordenadores, analiza los resultados y contabiliza los datos.

El plebiscito estaba ampliamente ganado de antemano por el candidato único, e incluso la ¡legal y poco organizada oposición no depositaba muchas esperanzas en el triunfo de sus consignas. Los trotskistas, los comunistas y los integristas islámicos habían pedido el no, el voto nulo y la abstención, respectivamente, para expresar su crítica por la no instauración del multipartidismo en Argelia, pese a las numerosas demandas populares para que termine el monopolio del partido único.

Un total de 12,6 millones de electores habían sido convocados a 217.000 oficinas de voto, vigiladas por unos 170.000 agentes del orden. Mediada la tarde, ya era casi seguro que el 75% al menos de los argelinos había acudido a las urnas y que más del 90% había votado a favor de Chadli Benyedid.

Pregunta sin nombre

A los electores se les proponía en árabe la siguiente pregunta: "¿Está de acuerdo con la elección del candidato a la presidencia efectuada por el congreso del FLN?". La pregunta no contenía el nombre de ese candidato único, el coronel Benyedid, de 150 años, presentado por el congreso del partido celebrado a fin,3des del pasado noviembre. El sí (naam, en árabe) iba en papeletas de color blanco; el no (la), de color amarillo.Hasta la campaña electoral había sido poco espectacular. Chadli Benyedid no efectuó ningún discurso para presentar su programa y pedir el voto de los argelinos; ningún mitin; ni siquiera apareció en la televisión en los días previos a la consulta para, en su calidad de jefe de Estado, solicitar a los ciudadanos que acudieran a las urnas. Los carteles colocados en las calles de Argel, no demasiados y de mediano tamaño mostraban la efigie sonriente del presidente, con leyendas como "Por una era nueva" y "Por la transparencia". La discreción de la campaña electoral era explicada ayer, tanto por militantes del FLN como por activistas de la oposición, como una prueba de que en Argelia no gusta el culto a la personalidad.

El tercer mandato de Benyedid está, en principio, colocado bajo el signo del cambio. Al calor de la revuelta popular del pasado octubre, el presidente se ha desembarazado de los que en el FLN y en el Ejército habían estado dificultando su libertad de movimientos en los últimos 10 años. Ahora se presenta como una tercera vía, la de las reformas dentro de la legalidad, entre los nostálgicos del socialismo bumedianista y las aspiraciones a la democracia de buena parte de la población.

Entre los periodistas y abogados que, con una admirable valentía, encabezan el movimiento democrático argelino hay temores de que el régimen vuelva a endurecerse al final de un excitante otoño de protestas, sangre y conquistas democráticas. Otros estiman que Benyedid ya pasó lo peor en el congreso del FLN, donde hizo, frente a su verdadera oposición, los duros del sistema. En ese congreso, el presidente consiguió ser propuesto de nuevo como candidato a la jefatura del Estado y ayer remató la jugada de modo plebiscitario.