Gonzalez pedirá apoyo al congreso para mantener su política económica

El presidente del Gobierno, Felipe González, pedirá hoy en el Congreso de los Diputados a las fuerzas políticas que se corresponsabilicen de la política económica del Gobierno y que asuman los costes que supondría la aceptación de las peticiones de los sindicatos. González anunciará en el debate sobre la huelga general que el Ejecutivo no está dispuesto a ceder a la petición de cobertura del desempleo hasta un 48%, que aceptaría un plan de empleo juvenil alternativo y que pedirá tiempo, hasta 1990, para adecuar las pensiones más bajas al salario mínimo.

El presidente del Gobierno tiene previsto comparecer a las 10.30 en el Pleno del Congreso para explicar ante los grupos parlamentarios su análisis de las causas que han llevado hasta la huelga general del pasado 14 de diciembre.Expondrá pormenorizadamente las peticiones de los sindicatos, junto con los costes económicos que supondría su aceptación, y referirá lo que ha hecho su Gabinete en materia social desde 1982. Pedirá a los demás partidos que se corresponsabilicen en la política económica, según explicaron fuentes gubernamentales. El Gobierno sondeó ayer a algunas fuerzas de la oposición para asegurar que González no se quede solo en la defensa de la actual política socioeconómica. Fuentes de Minoría Catalana anunciaron que no descalificarían la política económica del Gobierno, pero afirmaron que no renunciarían a críticas parciales al Ejecutivo.Por su parte, el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, manifestó ayer que espera que Felipe González "intente que el Parlamento asuma la posición del Gobierno en contra de los sindicatos y del respaldo popular obtenido en el paro general del 14 de diciembre". La Junta Directiva y el Comité Ejecutivo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) analiza ron ayer los resultados del paro general y aprobaron una resolución en la que se afirma que "la CEOE está dispuesta a respon der con eficacia y contundencia a cualquier chantaje o amenaza sindical" en el caso de que las centrales mantengan "su actitud de confrontación, descalificación y desprecio a la negociación y a los interlocutores empresa riales".

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