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Un policía muerto y otros cuatro personas heridas de gravedad al estallar un coche bomba en Éibar

El oficial del Cuerpo Nacional de Policía José Antonio Barrado Recio, de 30 años, casado y con tres hijos, murió ayer por la tarde en Éibar (Guipúzcoa) víctima de la explosión de un coche bomba, detonado al paso de tres furgonetas policiales que se dirigían al campo de fútbol de Ipurúa para prestar vigilancia en el partido de Segunda División entre el Eibar y el Sabadell. Otros tres policías y un civil, el sacristán de la parroquia del barrio de Arrate, José Aldaolea Abaitua, resultaron gravemente heridos.

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No hubo minuto de silencio

La explosión, potentísima, produjo también lesiones de menor consideración a media docena más de personas, además de provocar importantes destrozos en varias fábricas, Sigma y Talleres Guisasola entre ellas, situadas en el polígono industrial del barrio de Amaña. Los tres policías que permanecían anoche hospitalizados en distintos centros sanitarios de Vizcaya y Guipúzcoa son Miguel Ruiz Ruiz, Francisco de la Mata García y Francisco Zaragoza Lluch. Otro de los heridos en el atentado, el agente Ángel Lozano de Priego, fue dado de alta posteriormente.Vecinos de Éibar que citan, a su vez, a testigos del atentado afirman que, tras la explosión, varias personas creyeron reconocer como uno de sus autores a un individuo que se introdujo en el casco urbano del barrio de Amaña. Según estas fuentes, el individuo, de aspecto juvenil, esgrimió una pistola en actitud amenazante contra las personas que habían iniciado su persecución al grito de "¡Es ése!, ¡es ése!".

Otros vecinos afirman haber escuchado un tiroteo que se habría producido instantes después del estallido del coche bomba y se hacen eco de los rumores que dan por sentado que uno de los terroristas resultó alcanzado en el intercambio de disparos. Un portavoz del Gobierno Civil de Guipúzcoa se mostró ayer escéptico ante tales suposiciones y, por otra parte, cabe suponer que los disparos que siguieron a la explosión pudieron haber sido efectuados, al aire, por los policías que salieron ilesos del atentado, previsiblemente con el propósito de amedrentar a los terroristas y evitar un segundo ataque.

El atentado tuvo lugar sobre las 15.30, en la avenida de Otaola, en un tramo que forma parte de uno de los itinerarios que siguen habitualmente las dotaciones policiales destinadas al campo de Ipurúa en los días de partido. El coche bomba, al parecer un Renault 4, del que sólo quedó en el lugar del atentado el eje y las ruedas delanteras, estalló al paso de las patrullas policiales, alcanzando de lleno a uno de los vehículos y tangencialmente a un segundo.

Rescate de los heridos

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José Antonio Barrado Recio, de 30 años y nacido en Extremadura, fue rescatado con vida de entre los amasijos de la furgoneta, pero falleció antes de llegar al Cuarto de Socorro de Éibar, donde el personal médico atendió a una docena de personas. Fuentes del Servicio Detente y Ayuda (DYA) se mostraron anoche preocupados por el estado del sacristán de la parroquia de Arrate, José Aldaolea, dada su edad, 70 años, y la importancia de sus heridas.

José Aldaolea fue trasladado a media tarde al Hospital de Galdakao en estado inconsciente, con un grave desgarro femoral y choque traumático. Tras el atentado, que provocó la rotura de la totalidad de las cristaleras en edificios de cinco plantas, la policía rastreó intensamente la zona, preferentemente en el punto desde el que se supone fue accionado el coche bomba, a la búsqueda de pistas de este comando de ETA que opera esporádicamente en Éibar y que cuenta en su haber con acciones de envergadura particularmente sangrientas.

Aurora Bascarán, la alcaldesa socialista de la ciudad, se mostraba ayer apesadumbrada por el asesinato y la reiteración con que se han producido en el último año y medio las actuaciones terroristas en Éibar. "Es terrible", repetía, "todo se oscurece cada vez que se empieza a vislumbrar una salida".

La alcaldesa indicaba que las fuerzas democráticas del Ayuntamiento de Éibar han gastado ya todas las palabras de condena de la violencia de ETA y apuntaba que la corporación municipal y la mayoría de la población ha mostrado ya en repetidas ocasiones su repulsa ante la violencia de ETA.

Representantes de todos los partidos vascos, a excepción de Herri Batasuna, condenaron el atentado perpetrado ayer en Éibar.

El funeral por el policía fallecido se celebrará hoy en la parroquia de la Sagrada Familia de San Sebastián. Anoche quedó instalada en el Gobierno Civil la capilla ardiente.

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