Montserrat Caballé promueve proyectos de la Fundación Isaac Albéniz
Los diversos proyectos de la Fundación Isaac Albéniz fueron presentados el viernes en Madrid a través de un acto doble: recital de Montserrat Caballé en el Museo del Prado y posterior reunión en un hotel, a la que asistieron los principales patrocinadores y colaboradores de la fundación.Montserrat Caballé, acompañada por el pianista Miguel Zanetti, ofreció un breve pero muy bello programa, con el que, de modo desinteresado, contribuyeron a los fines de la fundación que dirige Paloma O'Shea. Todavía más: al final del concierto, la gran cantante catalana tomó la palabra para defender y encomiar los empeños de Paloma O'Shea y sus colaboradores en favor de la música y cuyo último objetivo es, por ahora, la creación de una escuela superior de música de alto y riguroso estilo internacional. Con ella la sociedad colabora a las tareas del Estado, lo que, como dijo Caballé, no sólo es conveniente sino necesario, entre otras razones como actitud de corresponsabilidad de todos en los grandes temas de la cultura.
Ante un público que rebasaba las posibilidades de la sala Villanueva -cuya acústica ha sido notablemente perjudicada con la colocación de una serie de paneles absorbentes que reducen en excesiva medida el tiempo de reverberación del sonido-, Montserrat Caballé cantó, dijo, animó, casi explicó, un manojo de páginas preciosas: cuatro muestras significativas del barroco italiano, como son las de Gasparini, Pergolesi, Giordani y Marcello, nos dieron la otra cara de la lírica de Italia.
Bécquer y Mompou
Tres rimas de Bécquer y otras tantas baladas con texto italiano, de la marquesa de Bolaños, representaron a Isaac Albéniz en un estilo inusual: la gran canción de salón, que alcanza en Tosti su más alta figura. El tratamiento de la palabra poética y la eficacia de la sencilla parte pianística tienden a resaltar lo que se canta antes que a explotar los versos tomados como pretexto, bien sean de Gustavo Adolfo Bécquer, bien de la marquesa italiana de nacimiento, cantante amateur, mujer de gran belleza y animadora de los salones musicales de la época.En fin, el gran Federico Mompoti, en dos de sus mejores canciones -Damunt de tú només les flors y Jo et presentía com la mar, sobre versos de Janés-, y Turina con la becqueriana Tu pupila es azul, y una muy bella Berceuse, incomprensiblemente olvidada hasta hace poco, que forma parte de la música que el compositor sevillano escribiera para La mujer del héroe, de Martínez Sierra.
La audiencia, presidida por la princesa Irene y las infantas doña Pilar y doña Margarita, presidenta de honor de la fundación, aplaudió con entusiasmo a Montserrat Caballé.
En la reunión informativa, Paloma O'Shea dirigió breves palabras para explicar sus proyectos y agradecer a colaboradores, patronos y amigos de la fundación la asistencia que le prestan constantemente.
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