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Lluís Llach: "No me abarato"

El cantante catalán actúa en Madrid para presentar su último disco

Acaba de publicar Geografía, su último disco, que presentará en el teatro María Guerrero, de Madrid, en una serie de recitales que comienzan hoy y que finalizarán el próximo día 23. Lluís Llach es uno de los supervivientes de aquella nova cançó catalana que ha cumplido 25 años desde su aparición y de los pocos que ha podido mantener una continuidad en su trabajo. Cantante político, nacionalista convencido, Llach intenta mantener una carrera coherente: "No estoy dispuesto a abaratar mi pasado", declaró a este periódico.

"He tenido mucha suerte", afirma ufano Lluís Llach. "A los 19 años actué en el Palau de la Música. Después me convertí en una banderita tú eres buena, en un símbolo, y he vivido cosas fantásticas a todos los niveles. Mi primer recital en París se realizó bajo el patrocinio de Jean Paul Sartre. Y lo que tengo clarísimo es que esto no lo abarato". Este intento de mantener una línea coherente es una de las obsesiones del cantante, nacido hace 40 años en Verges, una localidad del Bajo Ampurdán. "Es posible que pierda toda capacidad de comunicación, de recreación, de intuición, y que mi trabajo sea una mierda. Si no vale la pena, espero darme cuenta pronto, pero considero inaceptable esa obsesión de mucha gente por estar al día. A veces estás al día desde la antropología. Si caes en esta mecánica es muy bestia. Cuando vengo a Madrid noto una especie de velocidad, de parámetros de valores en el mundo artístico que me dejan expectante. Me pregunto cómo lo aguantan".

Intimidad protegida

La vida de Lluís Llach en Barcelona se centra en su trabajo "Soy una persona muy casera. Estoy apartado de la vida social y protejo mucho mi intimidad" El cantante vive en la plaza Real, en un piso que antes habitaba el pintor Ocaña, a quien dedica una canción en su último disco, Geografía, que presentará en Madrid. "Ocaña y yo nos conocíamos bastante. Nos escandalizábamos mutuamente, y cuando murió, su familia me facilitó vivir en su piso, con siete balcones a la plaza Real, que es el resumen del mundo, su termómetro. Ocaña tenía razón".El cantante ampurdanés mantiene una dualidad entre música y política que ha caracterizado toda su carrera. "Hasta 1978" afirma Llach, "siempre que tenía oportunidad de decir cosas, las decía. Después pasé una época de silencio porque consideraba que la situación era delicada y no quería que los puntos de vista de un cantante de protesta con aspiraciones a economista fracasado incidiesen demasiado. A partir de 1981 acepté volver a entrar en el juego tanto como se me pidiese. En los últimos años ha habido tal ocupación de poltronas por parte de gente que hablaba y ahora está callada que me ha animado a volver a la carga".

Este regreso de Llach a la polémica política se acompaña de críticas muy duras a determinadas instituciones, junto a un optimismo con vistas al futuro. "Estoy muy esperanzado porque pienso que el Estado español, en su conjunto, tiene la oportunidad de salir de un túnel larguísimo. Sé que la transición política ha sido muy difícil y, en algunos aspectos, el resultado no es todo lo glorioso que muchos esperábamos desde nuestras trincheras antifranquistas, pero es normal porque en 40 años hemos tenido mucho tiempo para soñar. Al mismo tiempo, no se puede dejar de ser crítico, porque la clase política ha pagado unos enormes precios de renuncia como dejar en el túnel la cuestión de las nacionalidades".

Las connotaciones políticas de Lluís Llach plantean su vida artística a dos niveles. Mientras en sus conciertos en Cataluña se pueden escuchar vivas del público a Terra Lliure, en otros sitios la comunicación se realiza por vías más musicales. "Soy de un ámbito cultural que implica determinados tipos de comportamiento por parte del público. Cuando estás fuera, la comunicación se desnuda de prejuicios racionales y connotaciones políticas. La conexión se realiza a través de una canción de tres minutos, que utiliza unos medios musicalmente muy primarios. La voz, la armonía, la melodía, son sentimientos universales, que a veces establecen lazos de unión muy extraños".

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