Un toro lidiado en Ciempozuelos tenía un cuerno postizo

Uno de los toros que se lidiaron en la feria de Ciempozuelos (Madrid) el pasado 12 de septiembre, perteneciente a la ganadería de Hernández Pla, tenía postizo el cuerno derecho, que le habían prolongado con una prótesis. Durante la lidia, el toro derrotó en un burladero, le cayó la prótesis y pudo descubrirse que el pitón original estaba cercenado y era mucho más corto que el otro, a pesar de que éste también había sido manipulado. La Escuela Nacional de Sanidad ha recogido en sendos dictámenes estas fraudulentas anomalías.

El sargento comandante de puesto de la Guardia Civil, de Ciempozuelos, que se encontraba en el callejón, vio asombrado cómo al toro se le desmontaba un cuerno y tomó medidas de inmediato: hizo recoger la prótesis -que era la vaina o funda de asta de otro toro-, pidió en el desolladero ambas mermadas defensas de la res, y lo guardó todo para su envío a la autoridad superior.Como no existían en la plaza las cajas reglamentarias en las que se debe hacer este envío, encargó confeccionar una adecuada, y mientras tanto vaina y cuernos permanecieron celosamente costodiados en uno de los calabozos del cuartel.

Efectuado días más tarde el envío, la autoridad superior remitió la caja, como es preceptivo, a la Escuela Nacional de Sanidad, para análisis de las astas. Allí comprobaron los facultativos que la vaina desprendida tenía una longitud superior a 20 centímetros y para que encajara en el cuerno y la composición final resultara discreta, el pitón había sido cortado en unos siete u ocho centímetros, dejando al descubierto el soporte óseo. La funda fue unida al cuerno con pegamento -según se comprobó en el laboratorio-, y después se completó la operación con buril y frotamientos diversos, seguramente de estiércol, para igualar el color y disimular las juntas de prótesis y asta.

El dictamen de la Escuela Nacional de Sanidad, que detalla la compleja manipulación, fue firmado por los veterinarios que representaban al ganadero y a la Unión Nacional de Criadores de toros de Lidia, presentes en el análisis.

Luis Francisco Esplá, Víctor Mendes y El Soro formaban el cartel de la corrida de Ciempozuelos, en la que se lidiaron toros de Sepúlveda y de Hernández Plá, todos romos. El toro del cuerno postizo correspondió a El Soro.

José Antonio Hernández Tabernilla, uno de los propietarios de la ganadería Hernández Plá, confirma que el caso "es rigurosamente cierto". Y añade: "La empresa de Ciempozuelos nos compró un toro mogón que se había partido un asta y otro que tenía una comada. Como es costumbre, terminado el festejo me telefoneó el mayoral de la ganadería, a San Vicente de la Barquera (Santander), donde me encontraba aquel día, y me relató el juego de las reses, pero no comentó nada sobre el incidente, que quizá ignoraba".

"El 24 de noviembre" sigue diciendo Hernández Tabernilla, "se efectuó el examen de las astas en la Escuela Nacional de Sanidad, en presencia de nuestro veterinario, y este me informó de que, en efecto, el pitón había sido cortado y le habían pegado una vaina. La manipulación, según el veterinario, estaba hecha con mucho esmero, lo cual nos hace sospechar que que esa no era la primera vez, aunque yo jamás había oído hablar de un caso semejante".

Hemández Tabernilla manifiesta su indignación por lo ocurrido, y dice: "Acepto mi responsabilidad pues, por no custodiar suficientemente los toros mientras estuvieron en los corrales, algún taurino de tercera nos engañó, cometiendo ese atropello. Es un fraude gravísimo que va contra nuestros principios. La integridad del toro y la pureza de la fiesta han sido norma de las tres generaciones que hemos llevado la ganadería, y así seguiremos siempre".