Felipe González presentará en Bruselas los objetivos de la presidencia española de la CE
El presidente del Gobierno, Felipe González, pronunciará mañana, lunes, un discurso en Bruselas sobre el concepto español de la construcción europea y los objetivos de la presidencia semestral de la CE, que España asumirá el próximo 1 de enero. Antes de la alocución, que por las fechas en que se produce tiene "un carácter estratégico y un interés especial", según diversas fuentes del Gobierno, González almorzará con el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors.
En este encuentro se abordarán los objetivos y la colaboración durante el próximo semestre, así como las nuevas carteras que pueden asumir los dos comisarios españoles, Abel Matutes y Manuel Marín. El ministro belga de Asuntos Exteriores, Leo Tindemans, presentará a Felipe González ante un relevante auditorio que previsiblemente abarrotará el Palacio de Congresos de Bruselas, dada la avalancha de reservas solicitadas desde hace un mes. González responde a una invitación de la asociación de Grandes Conferencias Católicas, un foro al que han acudido otros líderes europeos."Será un discurso institucional y programático sobre el modelo de construcción de la unidad europea", afirman fuentes del Gobierno español. González insistirá en las ideas ya expuestas de "superar la dinámica del interés nacional para lograr cumplir el Acta única", pero evitará entrar en el terreno de los principios ideológicos. La intención es no dar pie a la confrontación política pretendida por la primera ministra británica, Margaret Thatcher, que ha denunciado la intención de los socialistas de construir una Comunidad Europea federal, cuando ella pretende limitarla a una zona de libre cambio.
Felipe González hará también una exposición genérica de los objetivos de la presidencia española de la CE que tiene ante sí los grandes temas de la unión monetaria, armonización de impuestos directos e indirectos, estatuto de la sociedad anónima europea y espacio social. Sobre este último punto insistirá en la necesidad de superar el debate nominalista, aun cuando el Gobierno acaricia la idea de que se apruebe en el próximo semestre una Carta Europea de Derechos Sociales, cuya elaboración ha sido encargada al Comité Económico y Social de la CE. La exposición detallada de la carga de trabajo de gestión durante la presidencia le corresponderá hacerla al ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, el próximo 14 de enero ante el Parlamento Europeo.
Los comisarios
La comida con Delors, "un cara a cara entre los dos presidentes", servirá para plantear la coordinación entre la Comisión Europea y la-presidencia del Consejo de Ministros que asumirá España.
Hablarán también de las carteras que pasarán a desempeñar los dos comisarios españoles, Manuel Marín y Abel Matutes, en la nueva comisión que se estrenará el 6 de enero.
En el caso de Matutes parece que no habrá problemas para que pase a desempeñar la de relaciones con América Latina y países mediterráneos. El interesado ha comenzado a actuar en este sentido y ha recibido a una delegación dominicana. También se ha entrevistado con Fernando Valenzuela, que será el responsable de la recién creada Agencia Española de Cooperación, un organismo que englobará a tres institutos de cooperación, el ya existente para Latinoamérica, más el del mundo árabe y el de países de África, Caribe y el Pacífico.
Con respecto a Marín, Delors mantiene las resistencias a concederle la cartera de Presupuestos, de la que en último caso intentaría recortar las competencias de personal. España aspira a contar con un comisario perteneciente al núcleo de dirección de la Comisión Europea. Y, al parecer, Manuel Marín, a quien le corresponde ser el vicepresidente primero por antigüedad en el cargo, es el único representante de los cinco países grandes que no tiene preadjudicada cartera.
Arreglo laboral
A las doce del mediodía de mañana, el presidente del Gobierno ofrecerá un vino en la sede de la Representación Permanente de España ante la Comunidad Europea, un moderno edificio, propiedad del Estado, estrenado hace unos meses. Esta primera visita oficial a la embajada comunitaria, la más numerosa en efectivos e importancia, ha estado precedida de nervios.Los funcionarios del cuerpo auxiliar y administrativo iniciaron el pasado día 7 paros de dos horas cada día en protesta por la adjudicación de niveles bajos y por la no inclusión en el catálogo de cinco puestos. La reacción inmediata del Ministerio de Asuntos Exteriores y la promesa de solucionar el problema "en tres días" ha bastado para evitar a González presenciar el descontento de sus efectivos en Europa dos días antes de la huelga generalen España.
El malestar laboral, que ahora está apaciguado, se hace extensivo a los diplomáticos, que consideran que el acuerdo alcanzado por el Consejo de Ministros el pasado 4 de noviembre "viene a cristalizar los reinos de taifas y deja incumplida la promesa de unidad de acción del servicio exterior".
El catálogo de puestos mantiene las diferencias salariales de los consejeros, según sea el ministerio que les pague. El trasvase de técnicos y diplomáticos es posible, pero con retribución desigual, aun cuando la función a ejercer sea la misma.
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