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Movilización

Se ha dicho muchas veces que otras enfermedades -la malaria, la bilharzlasis o incluso el sarampión, sin contar el cáncer o las enfermedades cardiovasculares- causan muchas más muertes que el SIDA. Pero esta nueva enfermedad tiene la particularidad de ser al mismo tiempo mortal y de transmisión sexual. Así, su velocidad de propagación depende en gran parte del comportamiento de cada uno.¿Qué puede hacer la comunidad internacional? En primer lugar, por supuesto, acentuar el esfuerzo en materia de investigación con la esperanza, aún tímida actualmente, de llegar a producir una vacuna y poner en marcha un tratamiento. Después, informar y prevenir. Se quiera o no, hoy día la única vacuna eficaz contra la propagación del SIDA es el preservativo.

¿Sabrán afrontar los Estados esta plaga sin atentar contra las libertades fundamentales? En algunos países, las bases democráticas de la sociedad ya se ven amenazadas peor el levantamiento del secreto médico, la creación de ficheros informatizados, la marginación profesional y el aislamiento de los enfermos en auténticos sidatorios.

Cuanto más progrese la enfermedad, más vigilancia habrá que tener sobre los medios utilizados para frenarla. Desgraciadamente, si bien no se prevé a muy corto plazo una victoria sobre el SIDA, ésta no se puede situar en otra perspectiva que en la del respeto a los derechos del hombre.

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3 de diciembre

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