Arafat
La negativa a conceder el visado de entrada a Yasir Arafat en Estados Unidos para hablar ante la Organización de Naciones Unidas es un hecho que daña mucho a ese país, algunos de cuyos dirigentes parece que no piensan nada en nombre de los intereses estadounidenses. Washington debe carecer de buenos expertos y embajadores en el Oriente Próximo y en el Tercer Mundo, pues no parece normal que pueda decidir tan desacertadamente sobre asuntos de la importancia de ése. El Gobierno de Washington necesita el cambio de esa ley que impide el libre acceso a Estados Unidos. Si no, sólo cosechará fracasos. Cuando un país pertenece a la ONU y además es el anfitrión de esa organización internacional, no puede hacer lo que ha hecho con Yasir Arafat.
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