El Ejército francés transporta a los parisienses al trabajo
Alrededor de 1.500 soldados franceses y 400 camiones militares intentaron paliar ayer los inconvenientes causados por la huelga de los transportes públicos parisienses, que hoy entra en su cuarta jornada sin que se adivine una solución próxima al conflicto.Los efectivos militares proceden en su mayoría de las guarniciones francesas en la República Federal de Alemania (RFA), concretamente de la base de Karlsruhe.
Hacía 17 años que un Gobierno francés no recurría al Ejército para contrarrestar los efectos de una huelga. Un portavoz gubernamental explicó ayer que el primer ministro, Michel Rocard, aseguró que no está buscando el enfrentamiento con los sindicatos, pero que se mantendrá firme ante los huelguistas.
El ministro de Transportes, Michel Delebarre, por su parte, informó que 1.500 autobuses privados se sumarán a la operación de emergencia. Delebarre aseguró que el Gobierno no cederá ante este "pequeño grupo de guerrilleros" huelguistas, en una clara referencia a la acción promovida por la central sindical comunista Confederación General de Trabajadores (CGT).
Tras afirmar que el Gobierno francés apoya los tradicionales derechos de los trabajadores, el ministro de Transportes aseguró que, en su opinión, "la mejor forma de apoyar el derecho a la huelga es evitar devaluarlo... con una acción ilegal".
Delegaciones 'suspendidas'
Dos federaciones que forman parte de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), sindicato prosocialista, han anunciado hoy la suspensión de sus delegaciones parisienses en los sectores de Sanidad y de Correos. La decisión de las federaciones CFDT responde a las huelgas llevadas a cabo en las últimas semanas por estas delegaciones regionales, informaron fuentes de la central. Las citadas fuentes precisaron que Ias personas destinadas son militantes de extrema izquierda, así como otros responsables". "Se trata ante todo de delegaciones que han expresado públicamente desacuerdos de fondo con su federación", agregaron.
Las sanciones contra las delegaciones regionales que se unieron a la huelga no apoyadas por la central prosocialista, intervienen en medio de la agitación social que afecta actualmente a Francia, especialmente por la huelga de los transportes parisienses apoyada por el sindicato comunista CGT.
El movimiento de huelgas ha entrado ya en un terreno político, sobre todo después de la intervención que ha realizado hoy el primer ministro Rocard, que acusó al partido comunista por de apoyar dicho movimiento.
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