El economista Miklos Nemeth, primer ministro húngaro
Miklos Nemeth, un economista de 40 años, será elegido hoy en el Parlamento de Budapest primer ministro húngaro, en sustitución de Karoly Grosz, que abandona la jefatura de Gobierno para dedicarse exclusivamente a la dirección del Partido Socialista Obrero Húngaro (PSOH). El nombramiento de Nemeth constituye un nuevo paso en el espectacular proceso de reforma política del sistema socialista húngaro, el más avanzado en todo el este de Europa.
El Frente Patriótico Nacional, organismo que integra a los movimientos políticos y sociales húngaros, propuso ayer, a instancias del POSH, a Nemeth como nuevo jefe de Gobierno que el Parlamento deberá confirmar hoy. En la sesión parlamentaria se decidirá también sobre el nombramiento de Rezsoe Nyers como ministro de Estado, un cargo equivalente a un superministerio político que ya ostenta Imre Poszgay. Nyers es un economista de 65 años y es el artífice de la primera iniciativa reformista en Hungría, que se inició en 1968. En 1974 fue marginado del poder por presiones de la Unión Sovietica. Poszgay, el más radical reformista político en la dirección comunista húngara, formará así con Nemeth y Nyers la troika más innovadora en el poder de toda la comunidad socialista.En las últimas semanas se había hablado en Budapest de los tres miembros de este equipo -Nemeth, Nyers y Poszgay- como posibles primeros ministros. Finalmente, el Comité Central, reunido el martes, decidió presentar a Nemeth como candidato, el más joven de los tres y el menos implicado en pasadas luchas por el poder en el seno del partido. Las organizaciones locales del partido habían votado en su mayoría por Nyers. Tal vez por eso su nombramiento como ministro de Estado parece el resultado de un compromiso entre la base del partido y la cúpula que había apostado por Nemeth. El Frente Patriótico Nacional ha aprobado la propuesta del Comite Central del partido, con lo que ésta pasa hoy al Parlamento, donde se da como segura su elección.
Separación de funciones
Con el nombramiento de Nemeth, el máximo dirigente de Hungría, Karoly Grosz, cumple el compromiso de separar la dirección del partido y la del Gobierno, en un nuevo paso hacia la reforma institucional del sistema político húngaro.Nemeth, un joven economista desconocido hace unos años, entró el pasado año de forma fulgurante en la esfera de poder al ser nombrado simultáneamente miembro y secretario del Comité Central del POSH. En mayo de 1988, en la ya histórica conferencia del partido que supuso una auténtica revuelta palaciega en el partido comunista húngaro -con el relevo de Janos Kadar y todo su equipo dirigente-, Nemeth pasó a formar parte del buró político.
Con la secretaría del Comité Central y su entrada en el buró, se convertía en una de las personas de mayor poder en la cúpula húngara dirigida por Grosz. Desde un año antes era presidente de la Comisión de Política Económica del Comité Central y una de las estrellas de la nueva generación política húngara, no marcada por el levantamiento de 1956 y la represión que le siguió bajo el que fuera máximo dirigente Janos Kadar.
El Comité Central trató en su sesión del martes los nuevos pasos en la reforma interna del partido y su separación del Estado, de acuerdo con los cambios institucionales y la reforma constitucional húngara. Se trata de la iniciativa más avanzada en toda la comunidad socialista hacia la división de poderes en el Estado.
Romper resistencias
Las nuevas decisiones del Comité Central del PSOH tienen como objetivo romper las resistencias a las profundas reformas emprendidas en el Estado, la economía y el partido. Tan sólo seis meses después de tomar las riendas del partido, Grosz parece haber marginado definitivamente a las figuras más ortodoxas en la cúpula del partido y propone al Parlamento a un Gobierno con poderes políticos para afrontar la grave situación económica del país.La sesión del Parlamento que comienza hoy, y podría durar dos días, tratará, además de los nombramientos del nuevo equipo gubernamental, diversas reformas legislativas como la del impuesto sobre beneficios empresariales.
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