El día de Venus
Para los no católicos, para los que, quieras o no, vamos a tener un día feriado el próximo 8 de diciembre, decretado por la Conferencia Episcopal-CEOE, con el amén del Gobierno, les propongo una alternativa a esta celebración: el día de Venus, la diosa del amor que nació de la espuma del mar. Este símbolo, esta leyenda, este antiquísimo mito, es tan verosímil o inverosímil, tan real o irreal que a mí no me habla de inquisición, de fanatismo, de imposición. Y aunque volviéramos a los tiempos de la Grecia clásica, de los dioses del Olimpo, yo no querría que los seguidores de cualquier religión (¿cuál de ellas no se considera a sí misma única y verdadera?), celebrasen oficialmente a esta diosa milenaria. Ellos, los griegos, tampoco lo hicieron nunca. Ésa es la gran diferencia entre unos y otros, porque eran seres razonables y en sus mentes cabían todos los dioses, todos los cultos imaginables e inimaginables, todas las religiones, todas las leyendas.¿Es razonable este día feriado exhibiendo motivos de antigüedad y de dogma?-