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SANIDAD

El 50% de los infartados muere por su tardío tratamiento, según una encuesta

Más de un 40% de los médicos españoles considera que no es bueno la asistencia que se dispensa a quienes sufren infartos, que en un su mayoría reciben tratamiento más de seis horas después de sufrir los primeros síntomas, según una encuesta realizada entre medio minar de facultativos. "De los 100.000 infartos anuales, la mitad de los pacientes muere por llegar tarde". Esto se atribuye, entre otros motivos, a que el paciente no reconoce sus síntomas, el médico generalista carece de medios de diagnóstico y conocimientos -el 61% remite sin más, el infartado al hospital-, y a la escasez de UVI móviles.

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La situación es más dramática en zonas rurales, según el citado informe, realizado por el Grupo Bernard Krief.Un 30% de los médicos generalistas encuestados estima que la asistencia que se da al infartado es "regular" y un 10,8% la califica de "mala". Los principales factores que aducen para esa baja calidad asistencial son: escasez de medios, masificación, mala organización y falta de especialistas. Este colectivo estima que el 36% de los infartados no sabe reconocer los síntomas de lo que le ocurre.

Un 58,6% de los generalistas dice carecer de los medios necesarios para diagnosticar correctamente el infarto agudo de miocardio, particularmente de electrocardiogramas o aparatos de analítica. Sólo un 3,4% de los médicos de cabecera trata directamente al infartado. El 61 %, una vez que ha diagnosticado el infarto, remite al paciente directamente al hospital o al especialista (4%), sin tratamiento de choque previo.

Otros realizan esta labor terapéutica preliminar y luego los remiten al hospital (30,3%) o al especialista (2,9%). Estas dos opciones acortan el tiempo que tarda el paciente en ser tratado desde que es diagnosticado, cuya media en general es de dos horas. El informe agrega: "Es de suponer que mucho de este tiempo se pierde en transporte, burocracia y comprobación de la evolución del tratamiento". El paciente, por lo demás, suele quemar una media de cuatro horas en acceder al generalista.

Los cardiólogos, que en un 64% estiman que no es buena la asistencia sanitaria a infartados, cifran en un 27% las personas que sufren ataques cardiacos y no son tratados médicamente. Esto, a su juicio, se debe a "ignorancia del paciente, falta de diagnóstico y mala asistencia sanitaria". Los cardiólogos confirman que el 45,1% de los infartados les son remitidos por los generalistas.

Un 17% de los especialistas trata personalmente a los infartados, frente a un 83% que los remite a unidades especiales (de vigilancia intensiva, de cuidados intensivos o de cuidados coronarios). Y citan tres razones para desviar a los infartados a esas unidades: garantizan una constante vigilancia, tienen más medios y evitan complicaciones en el infartado.

Medios insuficientes

Un 16% de los cardiólogos dice no tener medios suficientes para diagnosticar un infarto y asegura que en igual situación está el 37% de los médicos de urgencia, particularmente los de la Seguridad Social.Finalmente, los médicos de unidades de cuidados especiales consideran "regular" la asistencia a los infartados en casi un 35% de los casos, "mala" en un 5,8% y "muy mala" en un 4,7% y atribuyen estas deficiencias en su labor a falta de medios y de facultativos. Así, aseguran que el 88% de estas unidades presenta problemas de saturación y en un 67% precisarían duplicar sus camas.

Ante este overbooking, "los responsables toman como principal decisión remitir los pacientes que no pueden ser atendidos a otro hospital o intentarlos acoplar en cardiología". Un 49% de estos médicos estima insuficientes sus medios de diagnóstico y un 38% extiende estas carencias a los medios de tratamiento. Sólo el 52% de estas unidades dispone de UVI móviles, considerado el transporte más rápido y seguro.

En estas unidades, "el tiempo medio desde que el paciente sufre el infarto hasta que es atendido es de ocho horas". Ni siquiera cuando el enfermo llega por urgencias es atendido directamente por estas unidades, sino que espera media hora. El 58% de los pacientes les es remitido diagnosticado, pero sin tratamiento. Estos médicos estiman que un 63% de los médicos de urgencias no saben aplicar un masaje cardiaco.

El 47% de los pacientes les llega pasadas seis horas desde el primer síntoma, lo que significa que un 20% no sobrevive, mientras que ese porcentaje luctuoso es de sólo un 8% cuando no ha transcurrido una hora. Francisco García Cossio, secretario de la Fundación Hispana de Cardiología, cifra en "mágicas" las tres primeras horas del infartado, en las que existe las mayores posibilidades de salvarlo. Según el estudio, el 67% llega ya superado ese plazo.

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