La acusación del 'caso Pleguezuelos' ve imposible que el joven errara los golpes
La acusación particular en el juicio que se sigue contra el policía Antonio Mingorance por la muerte de un disparo del joven Sergio Pleguezuelos en Granada, en septiembre de 1985, puso en duda el argumento de la defensa acerca de cómo se desarrollaron los hechos inmediatos al presunto homicidio. El acusador, Darío Fernández, mostró que era improbable que el joven, abrazado por atrás por un compañero de Mingorance cuando intentaba huir, hubiera errado los continuos golpes de cuchillo que le atribuye la defensa.El policía José Ortega Rodríguez testificó que el joven salió esgrimiendo un arma blanca en cada mano y "como un torbellino" del restaurante donde supuestamente se había cometido un robo, el 17 de septiembre de 1985.
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