El Kremlin toma las riendas en las repúblicas bálticas

El Kremlin ha decidido tomar las riendas de la situación en las repúblicas bálticas soviéticas agitadas por un movimiento de reforma de rasgos nacionalistas que se expresa en una enconada oposición a las enmiendas a la Constitución de la URSS y en proyectos autonómicos que van más allí de las intenciones actuales de Moscú. Tres miembros del Politburó del Partido Comunista de la URSS (PCUS) se encontraban el sábado en las tres capitales bálticas.

El diario Pravda, órgano oficial del PCUS, dedicaba ayer su tercera página a las intervenciones de Vadim Medvedev, Nikolai Sliunkov y Victor Chebrikov -todos ellos secretarios del Comité Central- en Riga, Vilnius y Talin, respectivamente, capitales de Letonia, Lituania y Estonia.Con algunas variaciones, los tres altos funcionarios trataron de tranquilizar los ánimos con la idea de que las enmiendas constitucionales son sólo un primer paso al que seguirá el estudio de las cuestiones nacionales en un pleno especial del Comité Central cuya fecha se demora hasta mediados del año próximo.

Al mismo tiempo, los tres altos funcionarios, insistían en la unidad e interdependencia del Estado soviético multinacional y advertían frente a las posiciones aislacionistas. El Soviet Supremo de Estonia se reúne el próximo día 16 en Talin para dar respuesta a las enmiendas constitucionales contra las cuales se está llevando a cabo una campaña de firmas en las tres Repúblicas bálticas. La restricción de los derechos de las Repúblicas de la Unión es la principal objeción que se hace a las modificaciones constitucionales desde esta perspectiva.

"La situación en Estonia es tensa", manifestó por teléfono un periodista estoniano desde Talin. El Movimiento Internacionalista, que aglutina sectores rusos de la población, ha dado muestras de gran actividad en los últimos días y ha protagonizado un agitado mitin en Talin, según señalaron fuentes estonianas.

Encauzar los movimientos

La dirección de las tres Repúblicas bálticas ha sido exhortada por el poder central a adoptar una posición más activa para encauzar los movimientos populares surgidos en el Báltico en un marco donde el partido comunista juegue el papel de "vanguardia". En los encuentros mantenidos por los miembros del Politburó quedó claro -según los resúmenes publicados por Pravda- que el Kremlin prefiere la idea de "augoestión regional" a la de "autogestión republicana", un concepto sobre el que llegaron a un acuerdo representantes oficiales de las tres Repúblicas bálticas el pasado septiembre en Riga.

"Han emergido fenómenos negativos", manifestó Medvedev en una reunión con funcionarios responsables de ideología del Partido Comunista de Letonia. Los "valores fundamentales de nuestra sociedad" han comenzado", según Medvedev, "a ser erosionados, y hay quien intenta poner en duda lo acertado de la elección socialista de nuestro pueblo, la herencia ideológico-teórica de Lenin y la unión y amistad de nuestros pueblos".

Medvedev reprochó a la dirección de Letonia el haber adoptado en los últimos tiempos "medidas apresuradas e insuficientemente pensadas" sin tener en cuenta los intereses de los trabajadores de las empresas. En su opinión el partido debe determinar de forma más exacta "su papel como vanguardia política de la sociedad", y los comunistas no deben "arrendar la perestroika a quienes de hecho no son sus partidarios". Medvedev invitó al partido a controlar los medios de comunicación de la República, afirmando que en ellos aparecen "cosas no reflexionadas que provocan determinada reacción en la gente".