Tango, o las ganas de bailar
Es inusitado asistir en Madrid a un espectáculo de variedades tan digno y tan atrayente como este Tango Revue, que se presenta en el Albéniz sin apenas apoyo publicitario. En ese mismo escenario habíamos escuchado hace tinos meses a la formidable orquesta de Osvaldo Pugliese, el maestro que da al tango características casi metafísicas. Tango Revue es otra cosa. Se trata de un espectáculo vibrante, con una estructura muy sencilla y eficiente: la orquesta interpreta cerca de 40 tangos, a lo largo de los cuales se van turnando dos vocalistas y un cuerpo de 12 bailarines extraordinarios. El espectáculo quizá resulta un poco largo, pero desde luego es fascinante. Ya no se hacen cosas así. En algunos momentos todo parecía la postal en sepia de un gran cabaré de los años treinta y cuarenta.Como baile, el tango asume la sensualidad y la lujuria de una forma maleva y excitante. Hasta tal punto se consideró obsceno desde un principio que Borges recuerda cómo era muy mal vista la mujer que tuviera la osadía de enfangarse en semejante danza; y así no era raro verlo bailar por las esquinas a parejas de barbaros criollos, con lo cual los componentes morbosos se incrementaban. De todas formas, el tango no es imaginable sin una pierna desnuda de mujer.
Tango Revue
Roberto Sicare (piano), Juan CarlosVallejo (bajo), Pocho Corsaro, Eduardo Castro, Silvio Pucci y Oscar Arias (bandoneones), Emilio González y Samuel Duga (violines), Eduardo C. Castro (teclados), Juan Almirón (batería), Jorge Guillermo y Alicia González(cantantes). Con la colaboración extraordinaria el día del estreno de Libertad Lamarque.Teatro Albéniz. Madrid, del 8 al 13 de noviembre.
El concierto de presentación tuvo además la sorpresa de la actuación de Libertad Lamarque, tina de las cantantes míticas en la historia del tango. Con casi 80 años, Lamarque consiguió levantar al público de sus asientos en varias ocasiones. Ella fue la primera mujer que consiguió quitar algo de hierro al carácter machista del tango. Antes de ella, las tanguistas salían al escenario vestidas de gaucho. Particularmente emocionante fue su interpretación de Malena, la historia de una mujer que tenía en el alma "penas de bandoneón".
Tango comercial
En el aspecto musical, el maestro Armando Calo nos ofrece una versión del tango comercializada, sin duda, pero sin llegar a los extremos de las grandes orquestas convencionales, al estilo de la de Paul Mauriat, Xavier Cugat o Herbert Müller. Como siempre, hubo que lamentar de nuevo la eterna cantinela de los micrófonos caprichoso que funcionaban de forma anárquica e irritante. Lo mismo ocurrió en la citada actuación de la orquesta de Pugliese. Pero Tango Revue es un espectáculo de variedades con una calidad desusada. Los aficionados al tango, que cada día son más, tienen una cita obligada el Albéniz para seguir comprobando que es un soplo la vida y que veinte años no es nada.
Babelia
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