La provincia única

Parece que es multitud la gente que opina sobre temas de los que no tiene el más mínimo conocimiento. Don Luis Redondo Carrillo, de Madrid, afirmaba en una reciente carta a esta misma sección que el señor Pujol viene realizando una política de continuo hostigamiento al Gobierno central mediante peticiones que, si son desatendidas, hieren el sentido de catalanidad. Como ejemplo de tales peticiones cita el de la conversión de Cataluña en una comunidad uniprovincial. Para el señor Redondo, esta propuesta "ha de contrariar a una gran mayoría de catalanes y será difícilmente aceptable para los ciudadanos de Gerona, Lérida y Tarragona, especialmente los de las actuales capitales de provincia".Debe saber el señor Redondo que tal propuesta no es un invento del señor Pujol para hostigar al Gobierno central ni se pretende centralizar todo en Barcelona.

Debe saber el señor Redondo que la provincia no ha arraigado nunca en Cataluña; que es una constante en el catalanismo político, desde fines del siglo pasado, cambiar la organización provincial por otra más acorde con la especificidad catalana; que todos los partidos -salvo AP- han defendido en un momento u otro esta voluntad; que la conversión en provincia única va acompañada de la redistribución del territorio catalán en regiones para la descentralización y desconcentración de las funciones de la Generalitat, y que, en fin, la refundición de las diputaciones en una, que se integraría en la comunidad autónoma, como ha sucedido en todas las autonomías uniprovinciales, y la supresión de los gobernadores civiles, son saludadas como un paso adelante en la necesaria simplificación de niveles administrativos.

No se hable, pues, de soberbia, de hostigamiento, de honestidad. Antes de opinar, señor Redondo, infórmese, por favor.-

Barcelona.