Herri Batasuna atribuye a grupos parapoliciales la desaparición de uno de sus concejales
Herri Batasuna denunció ayer la desaparición y presumible secuestro de uno de sus concejales en Hondarribia (Guipúzcoa), Fermín Urtizberea, que se halla en paradero desconocido desde la medianoche del pasado jueves. Urtizberea, de 28 años y soltero, sufrió en los últimos años una larga serie de amenazas y atentados reivindicados con las siglas GANE (Grupo Autiterrorista Nacional Español). Miguel Castells, abogado de Urtizberea y dirigente de HB, presentó en la tarde de ayer una denuncia por desaparición en el Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián, tras señalar en una conferencia de prensa que la desaparición del concejal es obra de "grupos parapoliciales" al servicio del aparato del Estado.
El concejal había denunciado hace sólo cuatro días haber sido perseguido en dos coches por un grupo de individuos, entre los que el concejal creyó reconocer a Víctor Navascués Gil, un industrial al que se ha relacionado con los GAL.Urtizberea desapareció sin dejar rastro a primera hora de la madrugada de ayer tras abandonar a las 24 horas el bar de Hondarribia en el que cenaba habitualmente. No llegó a su domicilio, un caserío algo apartado del casco urbano de la localidad. Su coche, un Ford Sierra blanco, fue localizado a última hora de la tarde de ayer al principio de la subida al monte Jaizkibel, a unos cinco minutos del casco urbano. El vehículo fue hallado con las llaves puestas, las puertas abiertas y toda la documentación revuelta.
La tesis del secuestro del concejal se refuerza considerablemente ante el asalto a la sede de Herri Batasuna de Hondarribia que se produjo en la misma madrugada de ayer. La puerta de la sede no fue forzada y las llaves de Fermín Urtizberea fueron encontradas en las escaleras del edificio que alberga a las oficinas de la coalición. Los asaltantes destrozaron parte del mobiliario, revolvieron documentos internos de la formación política y pintaron las paredes con las siglas GANE y con expresiones como "fascistas", "asesinos", "Muera ETA" y "Viva España".
Los dirigentes de HB indicaron ayer que a la una de la madrugada, una hora después de la desaparición, un amigo íntimo de Fermín Urtizberea recibió en su domicilio una llamada telefónica con el siguiente mensaje: "Vuestro amigo Simón está muerto". Simón es el seudónimo que el concejal desaparecido utilizó en las crónicas que publicó en el diario donostiarra Egin mientras ejerció como corresponsal de esta publicación en Hondarribia.
La Policía Municipal de la localidad guipuzcoana confirmó ayer que el concejal denunció días atrás haber sido perseguido por varios vehículos, aunque no quiso ni confirmar ni desmentir la posible participación del industrial Víctor Navascués en el hecho.
Los coches que intervinieron en la persecución son un Seat Panda SS-8554-P, matrícula que corresponde en realidad a un Ford Fiesta matriculado en San Sebastián, y un Peugeot 205 con matrícula SS-1831-Z y cuya placa no está registrada, según indicaron los dirigentes de HB citando fuentes de la Policía Municipal de Hondarribia.
Fuentes del Gobierno Civil de Guipúzcoa indicaron anoche que no tenían comunicación formal de la desaparición de Urtizberea y que la policía se encontraba a la espera de las instrucciones del juez. Estas fuentes comentaron que, en todo caso, la desaparición debía haber sido denunciada inmediatamente a la Guardia Civil de Hondarribia, cuerpo policial que asume la seguridad ciudadana en ese municipio.
Un hecho anunciado
Castells afirmó que la desaparición de Fermín Urtizberea, era un hecho anunciado por atentados precedentes que incluyen en los dos últimos años un ametrallamiento del que fue víctima cuando se dirigía en coche hacia su casa y la colocación de una bomba en su propio vehículo que fue detectada por la policía municipal de esta población. Con anterioridad, en agosto de 1986, Fermín Urtizberea recibió un escrito a nombre de GANE en el que se le conminaba a abandonar España en el plazo de un mes y cumplido este período volvió a recibir un nuevo escrito con la amenaza de muerte y una bala. Las diligencias abiertas por estos hechos fueron trasladadas a la Audiencia Nacional y posteriormente archivadas considerando la inexistencia de autores conocidos de estos delitos.
José Maria Sasiain, miembro de la ejecutiva de Herri Batasuna, afirmó en la misma conferencia de prensa que este secuestro no será esclarecido "porque," dijo, "estamos asistiendo a la reedición de la guerra sucia contra los electos de HB".
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