_
_
_
_

La URRS presiona a España para convertirse en nuestro segundo suministrador de gas natural

La Unión Soviética está presionando a España, a través de contactos directos al más alto nivel y por medio de la comisión mixta hispano-soviética, para cerrar un contratode suministro de gas natural que conceda a la compañía gasística soviética, durante los años noventa, el rango de segundo suministrador de gas natural de la Empresa Nacional del Gas (Enagas) después de Argelia. La URSS compite con el consorcio noruego de Troll, y en última instancia con Argelia, pese a las condiciones menos favorables y los problemas técnicos iniciales que presenta el transporte del hidrocarburo soviético.

Una delegación conjunta de Repsol y Enagas, encabezada por sus dos presidentes, Óscar Fanjul y Juan Badosa, mantuvo en Moscú, a lo largo de la pasada semana, conversaciones con el Ministerio soviético de Relaciones Económicas Internacionales sobre el protocolo que hace menos de un año firmaron Enagas y la compañía SoyuzGas Export. La firma de dicho protocolo, en el que ambas partes sólo se comprometían a "estudiar la viabilidad del suministro", obedeció al interés mostrado por los soviéticos tras la firma, meses antes, entre Enagas y el consorcio noruego de Troll de un contrato flexible para los años noventa.La pugna entre ambas compañías parece decantarse, sin embargo, a favor de Noruega, a la luz de las primeras ofertas realizadas y de la mayor viabilidad técnica del suministro del consorcio de Troll. No obstante, dado que ambos contratos están previstos para entrar en vigor a lo largo de la próxima década y como complemento del existente con Argelia, su suerte final dependerá de la evolución de la demanda y del desarrollo del gas natural en España. Además existe la posibilidad de un cuarto suministrador al final del siglo, Nigeria.

Enagas firmó el 8 de abril un acuerdo con el consorcio de Troll (formado por Statoil, Shell, Norks-Hydro, Saga, Conoco y Mobil) por el que la compañía española se comprometía durante 30 años, dentro de un marco de amplia flexibilidad, a adquirir entre 1.000 y 1.400 millones de metros cúbicos anuales de gas natural procedente de los pozos de Troll, en el mar del Norte, que entrarán en explotación comercial en el año 1997. Ventajas en coste

La ventaja inicial de este acuerdo es que el consorcio de Troll colocaba el gas en la frontera española (precio FIF), mientras que los soviéticos lo hacían en la frontera checo-alemana. Aparte de correr, pues, con los gastos de transporte hasta la frontera española, Noruega garantizaba además un precio de suministro "competitivo" con las fuentes energéticas alternativas Ramadas a sustituir y ofrecía flexibilidad en cuanto a las cantidades a suministrar, que podrían llegar a un tercio del total del consumo español a partir del año 2005.

La principal dificultad del suministro soviético es, en cualquier caso, de carácter técnico. La URSS entrega el gas en la frontera checo-alemana, dejando que Enagas corra, a partir de ahí, con los gastos y riesgo de transporte. En las conversaciones iniciales mantenidas hasta la fecha, Enagas ha recibido una propuesta de coste de transporte, por parte de la empresa alemana Rhurgas, que, según fuentes solventes, "es disuasoria". Al parecer, la empresa alemana está preocupadapor la política comunitaria sobre el common carrier (obligación de transportar por la red comunitaria) que el mercado único del año 1992 amenaza con imponer, y estima que sólo una política de precios puede restringirlo. Mientras España deshójala margarita de los suministros para las dos próximas décadas, un tercer elemento ha entrado en liza. Se trata de la ofertaargelina para construir un gasoducto que, a través de Marruecos y por el estrecho de Gibraltar, acerque los pozos argelinos a España. El contrato de suministro de Enagas con Sonatrach expira en el año 2005, en el que España tendrá en pleno auge un mercado del gas creado años antes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_