Una gran torre

Las dos restantes fases de la nueva configuración arquitectónica del Centro de Arte Reina Sofía, cuyas obras serán adjudicadas e iniciadas en este mes de noviembre, supondrán la construcción de una gran torre que sobrepasará ligeramente el edificio y que estará conectada en su base con una rampa que arrancará desde la glorieta de Atocha y conectará con la torre por la calle de Argumosa.Los arquitectos autores del proyecto, Antonio Vázquez de Castro y José Luis Iñiguez de Onzoño, pretenden que éste sea el principal punto de conexión exterior con el edificio, ya que por él se realizará la entrada de obras de arte hasta el centro. Esta entrada está también comunicada con los sótanos, en los que está siendo habilitado el almacén y laboratorio del museo.

El proyecto se completa con la instalación de ascensores que faciliten la comunicación vertical para los visitantes y a los que se accederá desde el hall de entrada al edificio. La estructura actual, con una comunicación consistente en largas escaleras de piedra, dificulta la comunicación para los niños o los minusválidos que quieran ver las exposiciones.

En la actualidad continuan las obras para la construcción de un aparcamiento en la parte posterior del edificio, para uso interno y autobuses de visitantes. En este movimiento de tierras se encontraron la semana pasada restos humanos que, en principio, proceden de un osario existente durante la anterior función hospitalaria del edificio.

La directora de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma de Madrid, Araceli Pereda, ha señalado que dos arqueólogos de su departamento han inspeccionado las excavaciones en las que, además del osario, se ha puesto al descubierto el basamento de edificaciones del siglo XVIII, según el antiguo alineamiento viario de la ciudad. Araceli Pereda indica que las excavaciones serán continuadas por la dirección general de Bellas Artes al tratarse de un centro cultural de titularidad estatal.