Expresión de nuestro tiempo

J. J. N. A., "Me preocupa mucho mantener la escala humana del complejo de la Casa de la Caritat, porque eso será propicio para las actividades que albergue el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona", explica Richard Meier, "y en este sentido quiero distinguir entre la escala y los materiales, pues pienso que la primera debe responder al entorno del edificio, pero los segundos deben referirse a la contemporaneidad que alberga; un museo de este tipo tiene la responsabilidad de ser una expresión de nuestro tiempo".

Para conseguirlo, Meier no sólo ha reflexionado profundamente sobre la realidad urbana y los elementos naturales de Barcelona, sino que dedicará los próximos tiempos -simultáneos a la reaccción del proyecto- a informarse de las necesidades y los contenidos del museo con su recién nombrado director, Daniel Giralt-Miracle. Uno de los puntos en que el arquitecto insiste más es en la necesidad de coherencia entre los continentes y los contenidos del futuro museo".

Esta combinación de atención a la armonía de dimensiones y la contemporaneidad de materiales y funciones es central en la concepción de Meier. "Yo no me imagino este museo sólo como un lugar al que la gente irá para ver exposiciones", dice, "sino como un centro de reunión ciudadana, como un lugar de visita o de tránsito frecuentes; lo que quiero es que este edificio traiga mucha actividad y vida a la Casa de la Caritat y espero que el espacio hará que las actividades se generen por sí mismas. Para mí, como arquitecto, esto es lo más gratificante, porque quiere decir que has plantado una semilla que influye en el crecimiento de todo un jardín y eso significa que la semilla es buena".