Venta controlada
M. P. O., Las principales ventajas de la despenalización serían, según el informe, la erradicación del tráfico ilegal de las drogas y la reducción drástica de sus precios, lo que eliminaría el elevado índice de criminalidad -robos y atracos- que actualmente acompaña a la drogadicción. La despenalización controlada permitiría además colocar bajo control sanitario los productos en venta, lo que eliminaría el riesgo de adulteraciones.
"El que no se penalice el consumo de droga no quiere decir que no se deba actuar", afirma Oriol Romaní, profesor del departamento de Antropología Social de Tarragona, dependiente de la universidad de Barcelona. "Al contrario, debería aplicarse un plan bien definido que estableciera dónde y en qué condiciones se facilitaría la droga a los toxicómanos".
El estudio no especifica cuál podría ser el modelo de distribución legal más idóneo. "Eso debe ser objeto de estudios y debates en profundidad. No es lo mismo la venta libre de la droga que la venta controlada en las farmacias y con receta", añade.
Los autores del estudio consideran que la despenalización controlada no aumentaría el consumo. "Lo sucedido con el cannabis es un buen ejemplo. Por otra parte, parece que incluso en las actuales condiciones, existe un cierto techo y el consumo no aumenta. Naturalmente la despenalización debería acompañarse de campañas de información sobre los efectos nocivos de las drogas".
